http://https://youtu.be/3wE7Lv6WJ_g
Con estudios básicos o de bachillerato y la experiencia de trabajos anteriores, confían en obtener la fuente de empleo pues hay que pagar renta, alimentos y demás servicios.
Luis Manuel Hernández, joven de 33 años de edad, padre de dos menores, originario de la comunidad del Divisador, tiene un mes que se quedó sin trabajo, mismo tiempo que se ha dedicado a recorrer empresas, pero “simplemente no me llaman”.
Expone que, a partir de la pandemia, la contratación ha disminuido, pero espera ahora si lograr su objetivo.
“Tengo poco desempleado (un mes), y vengo aquí por las prestaciones que son muy buenas y primero Dios espero me vaya muy bien y pasar todos los filtros que se necesitan”. Comento Luis Manuel
Por ahora Luis Manuel y su familia sobreviven con el finiquito que le otorgó su anterior empresa, pero, dice necesitar el trabajo para solventar rentas y alimentos
A esta voz se suma otro grupo de tres jóvenes que prefieren omitir sus nombres, pero que al igual que Luis Manuel llegaron desde temprana hora a las afueras de la refinería para buscar un trabajo e incluso acuden a otras empresas a dejar solicitudes.