La flor de 20 pétalos o Cempohualxóchitl como la llamaban los antiguos mexicanos que da su nombre actual, Cempasúchil, colorea los campos luego de la temporada de lluvias.
En la comunidad de Sarabia, a un costado del cuartel militar , en la localidad, hay familias que se dedican a cultivarla para comercializarla. Es todo un ritual que comienza al finalizar la temporada de lluvias para que esté en su plenitud a finales de octubre y lista para adornar y guiar con su aroma, a los altares dedicados a quienes ya partieron, por eso también se le llama “flor de muerto”.
La semilla de la flor más recia se seca y se guarda para sembrarla en dicha temporada, requiere de un riego y un trasplante especial.
Cuando el amarillo brota entre el verdor del campo, está lista para cortarse y venderse en los municipios a finales de octubre.
Los productores comienzan a cortar conforme la vayan a pedir, indicando que no la pueden cortar antes porque si no se marchita.
El precio subió un poco, mencionaron los productores que la materia prima ya está muy cara sobre todo el abono, para que la planta esté bonita y crezca.
El gusto por celebrar el Día de Muertos es lo que motiva a los productores a sembrar la flor de Cempasúchil que espera paciente bajo el sol y la luna para aromatizar y colorear esta temporada.