EXGOBERNADORES, UN MAL DE MÁS DE 30 AÑOS
Más de 30 años de panismo en Guanajuato dejan como resultado la decadencia; sexenio tras sexenio, se ha venido abajo la tranquilidad para los guanajuatenses; y es que, la mucha fijación en el rubro económico ha dejado en el abandono el desarrollo de la seguridad pública… así lo señala la propia historia, donde el marcaje de homicidios es un colosal conflicto que desde hace años nos ha ido posicionando como la entidad más peligrosa e insegura; pese al escenario que es innegable, 6 exgobernadores tuvieron protagonismo durante el 5to informe de Gobierno de Diego Sinhue, quien los presumió como si hubiera algo qué agradecerles o como si se merecieran una presea por su INEXISTENTE “buen gobierno”, y es que, además de que Rodríguez Vallejo se minimizó dándole cabida a personajes del pasado, ciudadanos (sin ideología política y que opinan tras hechos históricos), criticaron la presencia de hombres que muchas mermas han dejado a nuestro estado, y es que ya está escrita la verdad; se ha hablado de que, como lo han señalado expertos, analistas políticos y propios compañeros del periodismo, “al privilegiar la inversión de capital en Guanajuato, dejaron olvidada la seguridad de la gente, y fue así que dejaron crecer la estructura criminal en todo el estado.
POR ESO ESTAMOS ABANDONADOS
Coincido entonces con el argumento que asevera que el vertiginoso aumento de la violencia en el Estado de Guanajuato es producto de un deliberado abandono de las tareas de seguridad por parte de los gobiernos panistas, también caracterizados por la gran corrupción que existe en todas las instituciones del Gobierno del Estado y por por supuesto de la impunidad y corrupción que no se va de las instituciones estatales que “imparten justicia”. Datos oficiales señalan que el caso omiso al tema de la seguridad pública de años, tiene su mayor aumento en el 2012, pues, Guanajuato ocupaba la posición decimocuarta en defunciones por homicidio doloso, con 771 casos. Contexto que cambió para mal en 6 años, es decir, principalmente con las funciones del exgobernador Márquez, pues desde el 2018, nuestro estado ya se posicionó en el primer sitio si hablamos de crímenes. El desinterés se juntó con la incapacidad y eso, dejó ENORMES costos para la población. No únicamente por el descomunal número de víctimas entre grupos del crimen organizado, también por la intranquilidad, el luto y el asesinato de personas y familias ajenas a las disputas criminales; el otro aumento de la violencia político-electoral también y, desde luego, del cierre de cientos de negocios por la violencia desatada, así como la alta posibilidad de que grandes empresas buscaran otros lugares para llevar inversión.
SIN APLAUDIR
Así pues, Guanajuato, no debería recibir con ovaciones a unos hombres que se han dedicado a predicar el hedonismo, donde el placer se maximiza y el dolor se esconde; es decir, son exgobernantes que solo ofrecen una puerta abierta cuando se trata de dar buenas noticias, mientras cierran toda posibilidad de comunicación cuando hay que dar la cara por hechos que laceran a la sociedad; bajo esa premisa, es menester destacar que para nada se merecen nuestras ovaciones, y, a pesar de que los hayan subido al escenario para recibir gritos de alabanzas, el pueblo guanajuatense debería más bien guardar minutos de silencio, y, sin aplaudir, señalar que han sido un mal social y político.