La mañana del lunes 08 de abril, se suscitó uno de los fenómenos astronómicos más interesantes y esperados sobre todo para los mexicanos, pues en algunos lugares como Durango y Mazatlán, el eclipse solar pudo observarse en su totalidad, causando la impresión de miles de mexicanos.
Sin embargo, en el caso de Salamanca, a pesar de que no pudo observarse en su totalidad, sino hasta en un 83%, la iluminación en el entorno sí cambió de manera considerable, lo que ocasionó no solo una sensación extraña para los salmantinos, sino también para todas las mascotas, quienes perciben este tipo de fenómenos astronómicos de una manera completamente diferente a la de los seres humanos.
De acuerdo con algunos testimonios, a pesar de que algunas de las mascotas se encontraban al interior de los domicilios, estas pudieron percibir lo ocurrido, situación que les causó una sensación de estrés, ya que conforme a varios estudios realizados por National Geographic, el hecho de que una mascota se encuentre a la interperie o en un sitio de fácil entrada de luz mientras ocurre el eclipse solar, puede distorsionarles su rutina, generándoles confusión y al mismo tiempo, estrés.
‘Yo estaba en mi negocio y cuando fui a acompañar a mis perritas durante el eclipse, me di cuenta de que se salieron de mi casa, a pesar de que se encontraban en la cochera, donde casi no les da el sol, pero supongo que el hecho de que no les llegara la misma cantidad de iluminación les causó algún problema y como siempre estamos desde temprano en casa, el hecho de no estar justo en ese momento las estresó’, asegura ciudadana salmantina.
Sin embargo, no son los únicos animales a los que este tipo de fenómenos les afectan, pues de acuerdo con especialistas, en entornos rurales, se ha podido observar que en el caso de las vacas que pastan en los campos, al momento de observar la oscuridad del entorno, estas regresan a sus establos como si realmente estuviera llegando la noche, o bien, los pájaros y las ranas, suelen adoptar rutinas crepusculares, es decir, incrementan su actividad, pero debido a que solo dura un par de minutos, les causa un choque con su reloj biológico, alterando su comportamiento.
Si bien, es información importante, también es imprescindible mencionar que no habrá otro eclipse que pueda observarse de esa manera en territorio mexicano, sino hasta después de 28 años, es decir, hasta el año 2052.