Se intenta proteger el poder adquisitivo de los mexicanos, contra el impuesto más regresivo que existe, sostuvo el gobernador del Banco de México.
Para contrarrestar la presiones inflacionarias y por cuarta ocasión en el año, la junta de gobierno del Banco de México (BdeM) determinó subir en medio punto porcentual la tasa de interés de referencia, cuyo movimiento determina el costo de los préstamos para empresas y tarjetas de crédito, para dejarla en 5.25 por ciento, al tiempo que previó que al final del año la inflación se incremente por encima de 3 por ciento anual.
El aumento en la tasa de referencia no tuvo efecto inmediato en el tipo de cambio del peso, que ayer retrocedió ligeramente frente al dólar.
El balance de riesgos para la inflación se ha deteriorado y la economía nacional se caracteriza por una elevada incertidumbre, no sólo por los efectos de la elección presidencial en Estados Unidos, que ganó Donald Trump, sino por nuevos episodios de volatilidad así como riesgos que prevalecen en la economía internacional, puntualizó el banco central.
El gobernador del Banco de México (BdeM), Agustín Carstens, aseguró que la decisión que tomó la junta de gobierno de la institución de elevar medio punto porcentual la tasa de interés interbancaria, a 5.25 por ciento, fue para que el traspaso de la volatilidad en el tipo de cambio a la inflación sea el menor posible, a fin de proteger el poder adquisitivo de los mexicanos porque, aseveró, la inflación es el impuesto más regresivo que existe.