GASTO EN IMAGEN PÚBLICA DE $17,808.°° PESOS DIARIOS, MULTIPLICADOS POR LOS 365 DÍAS DEL AÑO CASI SEIS MILLONES Y MEDIO DE PESOS; EL TREMENDO DERROCHE DEL GOBIERNO DE SALAMANCA EN PROMOVER Y PAGAR LA IMAGEN GUBERNAMENTAL, UN VERDADERO DESPILFARRO.
El excesivo gasto es diario, multiplicado por un año arroja casi seis millones y medio de pesos por concepto de promover solamente la imagen del gobierno municipal.
Se ha convertido en un verdadero derroche de los recursos públicos que deberían ser administrados en forma eficiente por el gobierno salmantino, se va a tirar prácticamente a la basura una suma de dinero que bien podría utilizarse en otorgar mejores servicios a la ciudadanía salmantina.
Se escucha fácil, $17,808.°° pesos diarios, lo complicado es dimensionar como esa cantidad diariamente se estará gastando el municipio en promover su imagen; es una realidad que se encuentra muy deteriorada la confianza que tiene el ciudadano salmantino en su gobierno, pero no puede ser lógico que lejos de aprovechar en mejor forma los recursos públicos para recuperar la confianza de la ciudadanía, se pretenda prácticamente regalar esa cantidad diariamente para tratar de limpiar la imagen municipal.
Tan solo con esa cantidad, se podrían otorgar becas escolares, apoyos a los centros de beneficencia como asilo de ancianos, ciudad de los niños, apoyos y un largo etcétera de pequeñas buenas obras en favor de los que menos tienen que realmente serían la forma más efectiva de recuperar un poco la evidente falta de carisma en la cual han colocado la imagen municipal.
La fórmula parece habérsele complicado a la administración municipal, gastar $17,808.°° pesos diarios en tratar de maquillar la deteriorada imagen, nunca podrá solucionar un problema de falta de confianza; lo más ilógico es que habiendo el dinero, se opte por buscar la fácil salida del auto elogio para tratar de mejorar la percepción de la gente.
Fácil es dilapidar el recurso público cuando fácil se obtiene, el problema indudablemente seguirá aconteciendo a futuro, nunca habrá dinero suficiente para estar gastando en maquillaje de una imagen pública, cuando lo que realmente cuenta son los hechos, más no las apariencias.
Mientras tanto, las decisiones asumidas en el excesivo gasto en comunicación social, parecen tener más el fin de ocultar la realidad que se vive, que un fin realmente en beneficio de los ciudadanos.