En 1937 el presidente Lázaro Cárdenas le dio dinero a Luis Enrique Erro para que fuera a Francia a curarse la sordera. Sin embargo, Erro, quien en 1942 fundaría el Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla, hizo “oídos sordos” a la instrucción presidencial y utilizó un gran porcentaje de ese recurso económico para comprar un telescopio.
Del desacato al presidente ocurrido hace 80 años da testimonio una placa dorada colocada en la montura del telescopio que dice: «Este instrumento fue adquirido con la mayor parte de la suma que el Presidente Lázaro Cárdenas me dio para curar mi sordera. Quede en México como uno de los recuerdos de esta gran mexicano.»
La desobediencia de Erro ha trascendido en el tiempo no sólo como anécdota, sino en forma de ciencia: el instrumento generó cientos de placas astronómicas del cielo nocturno, sirvió para que algunos de los más destacados astrofísicos mexicanos del siglo veinte se entrenaran con él y, adaptado para observar el Sol a partir de 1957, ha estudiado sin parar la actividad solar, desde ráfagas y manchas hasta eclipses, tránsitos e, inclusive, una aurora boreal. Además, durante ocho décadas, miles y miles de ojos han contemplado al astro rey a través de sus lentes o proyectado en su pantalla.
“El telescopio fue adquirido en Francia con parte del dinero que el presidente Cárdenas le dio a Erro, quien era un astrónomo aficionado y un político que participó muy activamente en la creación de diversas instituciones educativas y científicas, para que éste se curara la sordera. El telescopio llegó a México en 1937 y fue instalado en la casa de Erro. En 1940 Erro lo donó al naciente Observatorio Astrofísico Nacional de Tonantzintla. Ahora se le conoce como el Telescopio Solar del INAOE”, explica el doctor David Iturbe, investigador del INAOE que ha realizado diversos proyectos con el citado instrumento.
A su vez, Carlos Escamilla Castillejos, técnico del INAOE, apunta que hasta 1957 el instrumento donado por Erro funcionó como un telescopio nocturno, para lo cual utilizaba una cámara BM Ros-Fecker. “Esta cámara fue donada por la Universidad de Harvard en 1941 y permitía obtener placas de ocho por diez pulgadas”.
Escamilla expone que en esa época se obtuvieron más de dos mil placas de diferentes partes del cielo nocturno, permitiendo que gente como Guillermo Haro, George Z. Dimitroff, R. Nail, Félix Recillas, Fernando Alba, Carlos Graef Fernández, Carlos Haro, Manuel Guarneros, Luis Rivera Terrazas, Lauro Herrera, Agustín Prieto, Octavio Cano, Germán Martínez, Agustín Moreno, Emmanuel Méndez, Ángel Juárez y Diego Solórzano Caso se entrenaran en el uso de este tipo de instrumento. Varios de ellos posteriormente realizarían estudios de posgrado en Astrofísica.
En 1957 la cámara fue sustituida por un filtro Lyot para la observación de la cromosfera solar. “El telescopio pasó a ser parte de un proyecto de observación solar, junto con otros telescopios situados en otras partes del planeta en el marco del Año Geofísico Internacional. La información generada se reportaba al Instituto Fraunhofer de Alemania”, añade Escamilla.
Una de las observaciones importantes realizadas con el filtro Lyot fue la ráfaga registrada entre el 9 y el 10 de febrero de 1958, que ocurrió casi en el centro del disco solar. “Aunque su magnitud no fue de las más grandes, produjo eventos observables en todo el orbe. Luis Rivera Terrazas y Graciela González registraron una tormenta geomagnética y una aurora boreal, la cual se extendió por Alaska, Canadá, Estados Unidos y México”, dice Escamilla.
El telescopio solar ha sido también testigo de otros grandes eventos relacionados con nuestro Sol, comenta por su parte el doctor Agustín Márquez, del área de Divulgación y Comunicación del INAOE. “El 11 de julio de 1991 ocurrió un eclipse total de Sol cuya franja de umbra pasó por Puebla. La fase de totalidad ocurrió aproximadamente a las 14 horas tiempo local y fue registrada por el telescopio. Más recientemente se pudieron registrar los tránsitos de Venus, el 5 de junio de 2012, y de Mercurio, el 9 de mayo de 2016”.
Adicionalmente, el telescopio solar es utilizado con fines de divulgación por el INAOE y recibe a miles de visitantes al año, la mayoría niños y jóvenes, revelándoles algunos de los aspectos más sobresalientes del Sol, como las manchas y las ráfagas.
En 2015 el filtro Lyot fue sustituido por un etalón de la compañía Daystar que permite ajustar la longitud de onda donde se quiere tener la máxima transmisión y produce un ancho de línea de 0.07 nm. Con el nuevo filtro se captó el eclipse parcial de Sol del 21 de agosto de 2017.
“A pesar de tener ocho décadas, el Telescopio Solar del INAOE sigue siendo un instrumento que, con las actualizaciones adecuadas, continuará siendo útil tanto para la divulgación científica como para investigación, ya que por su localización e instrumental permite hacer registros del Sol que no son realizados por ningún otro instrumento moderno en México”, concluye a su vez el doctor David Iturbe.