La Esperanza
Por Alberto De la Torre Gleason
Para escribir estas líneas me tomó dar varias vueltas por la cabeza sobre el tema que debería tratar, consultar las noticias ambientales relevantes y hacer un análisis sobre los temas tratados anteriormente en esta columna, y de verdad créanme, no podía ni quería escribir, de alguna manera me sentía cansado, desesperanzado, aburrido y decepcionado, fue entonces que se vino a mi mente y corazón el tema de la esperanza.
¿Por qué la esperanza dentro de tantas malas noticias como cambio climático, extinción de especies, guerras nucleares, migraciones masivas inhumanas, mares contaminados, ríos muertos, incendios forestales, narcotráfico y muchas tragedias más?
Porque por principio de cuentas existe un refrán popular que dice “La esperanza es lo último que muere” y otro que dice “Sin esperanza, no hay nada”, y creo que tienen estos refranes gran verdad y sabiduría envuelta que, afortunadamente la historia registra casos increíbles de restauración de situaciones adversas que parecían mortales y por el ingrediente esperanza, se tornaron en victorias grandiosas, por mencionar algunas:
+ Fin de la esclavitud del pueblo hebreo en Egipto.
+ Fin de la esclavitud en la independencia de México.
+ Fin de la esclavitud en E.U.A.
+ Sudáfrica y Nelson Mandela.
+ Independencias y revoluciones sociales de América.
+ Conquistas sociales para los trabajadores en el mundo.
+ Reconocimiento y liberación del sexo femenino.
+ Derechos humanos internacionales.
En cada caso de éxito en la historia, estuvo detrás una situación adversa, como la que hoy enfrenta nuestra especie ante el cambio climático, en donde el panorama se torna más oscuro que la noche y pareciera que jamás va amanecer, pero bien dice otro refrán, “Cuando la noche está más oscura es precisamente antes del amanecer” es decir, que nuestro amanecer como humanidad está muy cerca y esto es muy esperanzador, un motivo para refrescar los ánimos, la mente y el corazón, respirar profundo, alzar la vista con fe, esperanza y sobre todo amor para trabajar en lo individual hacia lo colectivo, en lo local hacia lo global, reinventándonos a nosotros mismos, rompiendo paradigmas, revolucionando y evolucionando dogmas obsoletos, reencontrándonos con nosotros mismos y nuestros hermanos humanos y con la naturaleza de la cual venimos, vivimos y a ella retornamos, aprendiendo de nuestra historia, perdonando nuestros errores, viviendo el presente, soñando el futuro para convertirlo en una bella y equilibrada realidad.