- Baches, daños y escombro olvidado, una constante que altera la vialidad
Las lluvias, el deterior y la falta de mantenimiento han cobrado a factura a las calles y caminos del municipio, agravando su ya de por sí mal estado que repercute no solo en la circulación, sino que pone en riesgo el patrimonio y hasta la integridad de la población por lo que implica librar un bache a cualquier velocidad que se circule.
Para hacer un recuento de los datos que recienten y molesta a conductores y peatones, no hubo necesidad de emplear mucho tiempo para encontrar dentro del recorrido agujeros, daños y hasta objetos que obstruyen la vialidad, por la enorme cantidad de baches y situaciones diversas que conductores tienen que librar para poder circular.
Es tal la cantidad de calles en pésimo estado, que se tuvo más bien la necesidad de seleccionar algunas de las calles más deterioradas que demandan atención urgente y a fondo, por los estragos que la constancia de las lluvias están causando en ellas, esto a pesar de que en esta temporada no es la más aconsejable para rehabilitar, como es el caso de la prolongación Comunicación Norte hacia el camino a La Luz.
Otras calles que es importante que no se olvide la reparación de los baches que empiezan a agravarse, es la calle E. Carranza en su tramo de Lázaro Cárdenas a Faja de Oro, donde además de los profundos agujeros, también es importante considerar el hundimiento que ya presentan dos tramos en ese sector.
Entre los puntos que tampoco se deben pasar de largo, después de que por semanas alguien sí lo ha hecho, a pesar de estar a la vista como es una estructura subterránea de telefonía ubicada en calle Uriangato y Valle de Santiago, que primero la tapa y parte de la estructura se dañó por el paso del tiempo y vehículos, al grado que hubo de necesidad una enorme llanta para que vehículos y peatones no cayeran.
Fueron semanas con este desperfecto, el cual finalmente reparó Telmex, sin embargo, la zona sigue resguardada, no se sabe si porque continúa el daño, o porque el escombro, tierra y objetos de protección para permitir el fraguado del concreto, se les olvidó, el caso es que el desperfecto sigue ahí, obstaculizando no solo el paso de todos los que circulan, sino representando un alto riesgo de accidente para quien no tome precauciones.
Muchas otras zonas más en pésimo estado urge que sean atendidas, entre ellas caminos vecinales, como el camino a San Juan de Razos y Santiaguillo de García, camino a Sotelo, a 4 de Altamira, carretera libre a Valle de Santiago en su tramo a Daltile, entre otros.