El 70% de la población de 18 años y más consideró que vivir en su ciudad es inseguro, de acuerdo con la información del duodécimo levantamiento de la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) realizada por el INEGI.
Durante el pasado mes de junio de 2016 se aplicó esta encuesta y se encontró un aumento en la percepción de inseguridad en la ciudadanía.
En junio de 2016, el 78.6% de la población de 18 años y más manifestó sentirse inseguro en los cajeros automáticos localizados en la vía pública, el 71.3% en el transporte público, el 66% en el banco y 62% en las calles que habitualmente usa.
La sensación de inseguridad por temor al delito y las expectativas que tiene la población sobre la seguridad pública se generan por la influencia de diversos factores, como la atestiguación de conductas delictivas o antisociales que ocurren en el entorno donde se desenvuelve la población. Así mismo, el temor al delito puede hacer cambiar las rutinas o hábitos de la población, así como la percepción que se tiene sobre el desempeño de la policía.
Expectativa social sobre la seguridad pública (percepción)
En junio de 2016 el 33.9% de la población de 18 años y más consideró que en los próximos 12 meses la situación de la delincuencia en su ciudad seguirá igual de mal, lo que representa una disminución de 3.4 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre de 2015. Por otra parte, 31.6% de la población mencionó que la situación empeorará en los próximos 12 meses, lo que representa un aumento en el indicador de 5.3 puntos porcentuales respecto a junio de 2015.
Atestiguación de conductas delictivas o antisociales (conocimiento)
Los resultados del duodécimo levantamiento de la ENSU revelan que, durante el segundo trimestre de 2016, la proporción de la población que mencionó haber visto o escuchado conductas delictivas o antisociales en los alrededores de su vivienda, fueron: consumo de alcohol en las calles (65.6%), robos o asaltos (61.9%) y vandalismo (54.6%), venta o consumo de drogas (38.3 %), bandas violentas o pandillerismo (37%) y disparos frecuentes con armas (29.5%).
Cambio de rutinas o hábitos (experiencias)
El 61.4% de la población de 18 años y más, residente en las ciudades objeto de estudio, manifestó que durante el segundo trimestre de 2016 modificó sus hábitos respecto a “llevar cosas de valor como joyas, dinero o tarjetas de crédito” por temor a sufrir algún delito; mientras que 55.6% reconoció haber cambiado hábitos respecto a “permitir que sus hijos menores salgan de su vivienda”; 49.3% cambió rutinas en cuanto a “caminar por los alrededores de su vivienda, pasadas las ocho de la noche” y 31.4% cambió rutinas relacionadas con “visitar parientes o amigos”.