Por acoso laboral, María del Rosario Sánchez Navarro (comadre del gobernador) junto con otras empleadas estatales, fueron evidenciadas ante la Procuraduría Derechos Humanos.
Además de ser acusada de coartar la libertad de expresión de dos periodistas, también utilizó el nivel jerárquico que ostenta para aplicar una política de ”terror” laboral al aumentar horario, acosar empleados por su edad y padecimientos en su salud.
El portal de noticias “Kuali”, publicó que la queja 133/2016-A fue puesta el 25 de abril y el 27 de mayo los empleados fueron forzados para conciliar, así lo reveló un testigo.
En la avenencia estuvieron presentes el secretario de la sección 37 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud, José Martín Cano Martínez; el director de Recursos Humanos, Juan Manuel Martínez y la directora del Laboratorio, María del Rosario Sánchez.
Los funcionarios Ricardo Máximo Castro González, José Francisco Javier Hernández, Santiago Manríquez Ortega y Jorge Huerta Díaz habían denunciado el hostigamiento laboral y la discriminación que ejercían la directora del Laboratorio; la Jefa de Recepción de Muestras, Ana Bertha Flores y de la jefa de Microbiología, Mónica Hernández Muñoz.
“La directora ha dirigido una política de terror alegando que la temporalidad que tenemos trabajando en el Laboratorio es suficiente para incitarnos a renunciar o a jubilarnos. La directora me ha hecho sentir que mi edad es un impedimento para trabajar”, declaró ante la PDHG, José Francisco Javier de 63 años de edad.
Ricardo Máximo Castro, de 52 años de edad, denunció que la jefa de Recepción de Muestras realiza “comentarios ofensivos de condiciones de salud, tanto mías como de Jorge, quien padece dermatitis crónica irritativa y puede presentar ámpulas; se ha dirigido a él diciendo que lo que padece es una enfermedad de trasmisión sexual”.
“En una ocasión en que presenté una lesión, dijo que ya nos habíamos pegado la sarna, manifestaciones que lesionan nuestra dignidad”, externó el funcionario.
La jefa del Departamento de Microbiología, Mónica Hernández asigna labores de manera “indiscriminada”, sin dotar de las herramientas para realizarlas, denunció Santiago Manríquez.
“Se compraron unas lavadoras que deberían simplificar el trabajo que me exige, pero estás no funcionan o no las desean utilizar, exigiéndome que realice la labor de lavado en tinas en mal estado, situación que se traduce en un acto de acoso que pretende orillarme a jubilarme”, narró el funcionario de 60 años de edad.
Jorge Huerta, de 31 años de edad, relató que Ana Bertha Flores se burla de él diciendo que su enfermedad –la dermatitis- es de transmisión sexual.
Además le ha tomado fotografías junto a Ricardo “buscando evidenciar circunstancias que no pueden quedar claras con una imagen. Me impide consumir agua en mi escritorio, alegando que sólo puedo consumirla en su oficina”, refirió en la queja.
Relató que los comentarios sobre la enfermedad sexual y la sarna fueron escuchados por Christina, Francis, Lolita, Mari, Elsa, Gerónimo y Claudia.
La Procuraduría de los Derechos Humanos tiene en curso una investigación contra la directora del Laboratorio Estatal de Salud Pública por coartar la libertad de expresión de los periodistas, Evelina Rocío Martínez y de Carlos Alberto Juárez.
El 18 de agosto del 2011, María del Rosario Sánchez –como jefa de Laboratorio Clínico del Hospital de León- fue acreedora sólo a una “llamada de atención por escrito” por “haber permitido que se caducara un kid de reactivo y un kid de controles para hacer 100 estudios ANTI-DNA, ocasionando con ello deficiencias en el servicio y en perjuicio de la población”, señala el oficio CAJ-1357, firmado por la coordinadora de Asuntos Jurídicos de la Secretaría de Salud, Ma. Del Carmen Noriega Díaz.
Información y fotografías de Portal Kuali.
