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  Contingencias de contaminación en Salamanca dentro del marco de la crisis ambiental, socioeconómica y política mundial POR: Alberto De la Torre Gleason Derivado de la crisis ambiental en...

 

Contingencias de contaminación en Salamanca dentro del marco de la crisis ambiental, socioeconómica y política mundial

POR: Alberto De la Torre Gleason

Derivado de la crisis ambiental en nuestra ciudad de Salamanca el pasado diciembre del 2015, diversas autoridades gubernamentales municipales, estatales y federales se dieron a la tarea de denunciar y buscar a los responsables de emitir malos olores y contaminación; dentro de este contexto el pasado jueves 14 de enero del 2016, el Consejo Consultivo Ambiental Municipal de Salamanca (CCAMS) fue invitado por el Secretario del H. Ayuntamiento, el Lic José Miguel Fuentes Serrato, a una reunión para dar continuidad  a los acuerdos de la Quinta Sesión Ordinaria del H. Ayuntamiento de Salamanca celebrada el pasado 10 de diciembre del 2015 sobre esta problemática.

En este contexto expongo a ustedes algunos textos de la Encíclica LAUDATO SI’ () del Papa Francisco sobre el cuidado de la casa común (24 de mayo del 2015), referentes a la función de la política y la economía en el marco de crisis ambiental que tenemos que resolver, con formas diferentes de pensar y actuar a las que comúnmente hemos practicado:

IV. Política y economía en diálogo para la plenitud humana

189. La política no debe someterse a la economía y ésta no debe someterse a los dictámenes y al paradigma eficientista de la tecnocracia. Hoy, pensando en el bien común, necesitamos imperiosamente que la política y la economía, en diálogo, se coloquen decididamente al servicio de la vida, especialmente de la vida humana. La salvación de los bancos a toda costa, haciendo pagar el precio a la población, sin la firme decisión de revisar y reformar el entero sistema, reafirma un dominio absoluto de las finanzas que no tiene futuro y que sólo podrá generar nuevas crisis después de una larga, costosa y aparente curación. La crisis financiera de 2007-2008 era la ocasión  para el desarrollo de una nueva economía más atenta a los principios éticos y para una nueva regulación de la actividad financiera especulativa y de la riqueza ficticia. Pero no hubo una reacción que llevara a repensar los criterios obsoletos que siguen rigiendo al mundo. La producción no es siempre racional, y suele estar atada a variables económicas que fijan a los productos un valor que no coincide con su valor real. Eso lleva muchas veces a una sobreproducción de algunas mercancías, con un impacto ambiental innecesario, que al mismo tiempo perjudica a muchas economías regionales…

190. … El ambiente es uno de esos bienes que los mecanismos del mercado no son capaces de defender o de promover adecuadamente». Una vez más, conviene evitar una concepción mágica del mercado, que tiende a pensar que los problemas se resuelven sólo con el crecimiento de los beneficios de las empresas o de los individuos… 

191. … tenemos que convencernos de que desacelerar un determinado ritmo de producción y de consumo puede dar lugar a otro modo de progreso y desarrollo…

193. De todos modos, si en algunos casos el desarrollo sostenible implicará nuevas formas de crecer, en otros casos, frente al crecimiento voraz e irresponsable que se produjo durante muchas décadas, hay que pensar también en detener un poco la marcha, en poner algunos límites racionales e incluso en volver atrás antes que sea tarde…Por eso ha llegado la hora de aceptar cierto decrecimiento en algunas partes del mundo aportando recursos para que se pueda crecer sanamente en otras partes. Decía Benedicto XVI que «es necesario que las sociedades tecnológicamente avanzadas estén dispuestas a favorecer comportamientos caracterizados por la sobriedad, disminuyendo el propio consumo de energía y mejorando las condiciones de su uso».

194. Para que surjan nuevos modelos de progreso, necesitamos «cambiar el modelo de desarrollo global»  lo cual implica reflexionar responsablemente «sobre el sentido de la economía y su finalidad, para corregir sus disfunciones y distorsiones». No basta conciliar, en un término medio, el cuidado de la naturaleza con la renta financiera, o la preservación del ambiente con el progreso. En este tema los términos medios son sólo una pequeña demora en el derrumbe…

195. El principio de maximización de la ganancia, que tiende a aislarse de toda otra consideración, es una distorsión conceptual de la economía: si aumenta la producción, interesa poco que se produzca a costa de los recursos futuros o de la salud del ambiente; si la tala de un bosque aumenta la producción, nadie mide en ese cálculo la pérdida que implica desertificar un territorio, dañar la biodiversidad o aumentar la contaminación. Es decir, las empresas obtienen ganancias calculando y pagando una parte ínfima de los costos. Sólo podría considerarse ético un comportamiento en el cual «los costes económicos y sociales que se derivan del uso de los recursos ambientales comunes se reconozcan de manera transparente y sean sufragados totalmente por aquellos que se benefician, y no por otros o por las futuras generaciones»

.La racionalidad instrumental, que sólo aporta un análisis estático de la realidad en función de necesidades actuales, está presente tanto cuando quien asigna los recursos es el mercado como cuando lo hace un Estado planificador.

196. ¿Qué ocurre con la política? Recordemos el principio de subsidiariedad, que otorga libertad para el desarrollo de las capacidades presentes en todos los niveles, pero al mismo tiempo exige más responsabilidad por el bien común a quien tiene más poder. Es verdad que hoy algunos sectores económicos ejercen más poder que los mismos Estados. Pero no se puede justificar una economía sin política, que sería incapaz de propiciar otra lógica que rija los diversos aspectos de la crisis actual. La lógica que no permite prever una preocupación sincera por el ambiente es la misma que vuelve imprevisible una preocupación por integrar a los más frágiles, porque «en el vigente modelo “exitista” y “privatista” no parece tener sentido invertir para que los lentos, débiles o menos dotados puedan abrirse camino en la vida».

197. Necesitamos una política que piense con visión amplia, y que lleve adelante un replanteo integral, incorporando en un diálogo interdisciplinario los diversos aspectos de la crisis. Muchas veces la misma política es responsable de su propio descrédito, por la corrupción y por la falta de buenas políticas públicas. Si el Estado no cumple su rol en una región, algunos grupos económicos pueden aparecer como benefactores y detentar el poder real, sintiéndose autorizados a no cumplir ciertas normas, hasta dar lugar a diversas formas de criminalidad organizada, trata de personas, narcotráfico y violencia muy difíciles de erradicar. Si la política no es capaz de romper una lógica perversa, y también queda subsumida en discursos empobrecidos, seguiremos sin afrontar los grandes problemas de la humanidad. Una estrategia de cambio real exige repensar la totalidad de los procesos, ya que no basta con incluir consideraciones ecológicas superficiales mientras no se cuestione la lógica subyacente en la cultura actual. Una sana política debería ser capaz de asumir este desafío.

198. La política y la economía tienden a culparse mutuamente por lo que se refiere a la pobreza y a la degradación del ambiente. Pero lo que se espera es que reconozcan sus propios errores y encuentren formas de interacción orientadas al bien común. Mientras unos se desesperan sólo por el rédito económico y otros se obsesionan sólo por conservar o acrecentar el poder, lo que tenemos son guerras o acuerdos espurios donde lo que menos interesa a las dos partes es preservar el ambiente y cuidar a los más débiles. Aquí también vale que «la unidad es superior al conflicto».

Por último, en la reunión del pasado 14 de enero, el CCAMS señaló que los problemas ambientales de nuestra ciudad necesitan ser abordados con los instrumentos de planeación y de prevención existentes en diversos ordenamientos jurídicos, como ejemplo están los Atlas de Riesgos de la ciudad que deben contemplar planes de atención a emergencias y el Sistema Integral de Gestión Ambiental Municipal (SIGAM). Además el CCAMS entregó en manos del Secretario del H. Ayuntamiento, el Lic José Miguel Fuentes Serrato, copia de al menos los últimos 10 oficios girados a presidencia municipal con diversos señalamientos y proyectos propuestos en materia ambiental.

QuickMemo+_2016-01-17-10-55-46-1

 

(1) La Encíclica completa la puedes consultar en el siguiente link: http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html

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