El preocupante caso del agua en Guanajuato, llamó la atención del periódico The New York Times (NYT) en su titular: “Despojan a pueblos mexicanos de su agua”.
Esta segunda número parte el tema del agua en Salamanca, Gto. tiene la finalidad de dar sustento a lo dicho por el Periódico NYT, que se publicó en el artículo anterior de Biósfera, textos que aquí se reproducen con indicación de su procedencia, contrastándolos con los datos duros de investigadores nacionales e internacionales convocados por el Instituto Nacional de Ecología (INE), para afinar la aplicación del instrumento de política ambiental titulado: El Manejo Integral de Cuencas en México, cuyos trabajos se publicaron por la SEMARNAT, en el libro del mismo nombre, Segunda Edición, 2007, que sirve de base a nuestros comentarios.
Un primer aspecto que hay que aclarar es que aunque el artículo del NYT hace referencia a un pueblito del estado de Guanajuato, no es ocioso el título que generaliza el problema a todo el país, que con la entrada del Tratado de Libre Comercio, por múltiples vías incentivó el saqueo o despojo de sus recursos naturales, sean estos minerales, energéticos, laborales o fundamentales para la vida como lo es el agua, como lo veremos a continuación:
“Ya en la década de 1980, incluso antes de que entrara en vigor el Tratado de Libre Comercio, el Gobierno mexicano impuso una prohibición sobre la mayoría de los nuevos pozos en Guanajuato. Sin embargo, la extracción de agua aumentó de manera exponencial, lo que dio paso a “un sistema muy conocido de sobornos y corrupción”, dijo Terrell al NYT. (NYT)
“En 1990, el 25% (10,675) de los pozos que extraen agua en el país se encontraban en Guanajuato, de los cuales el 85% se destinaban al riego de 273,613 has. Para 1995, el número de pozos registrados se incrementó a 16,505, de los cuales el 86.8% se destinaban a la agricultura. Desde el año 2000, a la fecha se calculan alrededor de 20,000 pozos en la región (Datos de la CNA citado por Ruiz, 2001). Es destacable el caso de Guanajuato, en donde a pesar de ser una región totalmente vedada desde 1983 para la apertura de pozos desde los años setenta, se calcula que estos se han incrementado en un 100% tan solo de 1990 a la fecha, sin que exista mecanismo de control de parte de la autoridad.” (INE)
Esta vergonzosa situación prevalece hasta la fecha, ya que el periódico La Jornada del 22 de marzo del 2015, página 26, aparece el titular: “Hay en el país 260 sitios hidrológicos muy contaminados, Aumenta sobreexplotación de acuíferos; supera los niveles de recarga de líquido”.
Esto quiere decir que ni gobiernos priistas, panistas ni de ningún otro partido han hecho algo por contener esta catástrofe que irresponsable e inmoralmente han dejado que prevalezca un sistema corrupto que atenta contra el patrimonio de las futuras generaciones de mexicanos. El cuerpo de la nota de La Jornada, ofrece los siguientes reveladores datos:
“El 19 porciento de los acuíferos de México están sobrexplotados, es decir, 126 de 653, debido a que el agua que se extrae supera sus niveles de recarga, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sobre el Día Mundial del Agua que se celebra este 22 de marzo con el lema Agua y Desarrollo Sostenible”, lo cual suena irónico, y continúa:
“La extracción de los acuíferos sobrexplotados ascendió a 17 mil 88 millones de metros cúbicos en 2013, último año de datos del Inegi. Tal cifra superó en 54 porciento la recarga que llegó a sólo 11 mil 103 millones de metros cúbicos ese mismo año.
Es un hecho que existen opciones técnicas para atender esta grave situación, pero no es solo un problema técnico porque es la presencia de un tema más complejo con implicaciones económicas, políticas, sociales, éticas, culturales y ecológicas que demanda del concurso de la sociedad organizada como un todo en su relación con la naturaleza.
Nuestros lectores se preguntarán, cómo es posible que un problema que afecta a tantos mexicanos directamente y desde luego a todos indirectamente, considerando que el agua es un bien que debería ser protegido como todo aquello que es fundamental para la subsistencia de una nación. Es tan absurdo e irracional lo que está pasando que parece increíble, pero es real. Ya está aquí, como una muestra más de lo que es el capitalismo depredador que domina nuestros pueblos, que demandará de nuestra conciencia y organización solidaria para enfrentarlo con las mayores posibilidades de triunfar.
Ese capitalismo, en su versión más descarnada, es el neoliberalismo que ha saqueado impunemente todos nuestros recursos naturales, profundizando la injusticia y la desigualdad en todo el planeta, y ha propiciado con sus guerras de saqueo el criminal éxodo de emigrantes, condenando a la enorme mayoría de habitantes a la desesperación, la desesperanza y sumiendo a nuestros pueblos en la violencia militar que vulnera los derechos y dignidad del ser humano.
Debe ser enfrentado por el pueblo organizado con resistencia y desobediencia civil pacífica que nos conduzca con una clara visión estratégica a la refundación del país, como ya lo están haciendo actualmente los trabajadores de la educación y muchos otros sectores sociales de nuestro país.
