Salmantinos católicos anunciaron que habrá una marcha en defensa de la Familia y la Vida el próximo 10 de septiembre en varios municipios de Guanajuato y el 24 de septiembre viajarán hasta la Ciudad de México para concentrarse con otros fieles.
Se pretende que las marchas contra las uniones igualitarias se lleven a cabo en Salamanca, Celaya, Guanajuato capital, Irapuato, San Francisco del Rincón y León.
Después de que por primera vez dos féminas de Salamanca se unieron por lo civil; seguidores de la Comisión Episcopal de Familia, Adolescentes, Jóvenes, Laicos y Vida, de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), han informado que el matrimonio igualitario que se ha dado en Salamanca debilita a la familia como sociedad natural fundada en el matrimonio y de ninguna manera favorece el desarrollo de la nación y la enfrenta a un “descalabro moral y humano”; pues las uniones entre personas del mismo sexo al equipararse al matrimonio perjudican los valores, la ética y la maduración de las personas, advierten.
Los católicos Raúl Silva y Ana María Gómez, aseguran que estos acontecimientos son una irrupción de la mentalidad de “ideología de género“, que se mueve con una “bandera” de aceptación, al promover el valor de la diversidad y la no discriminación; pero lo hace con criterios de verdadera ideología.
“Esta unión promueve la diversidad pero destruye el verdadero significado de la familia (…) no, esto no es homofobia, esto es defender la naturaleza”, indicó matrimonio católico.
Sobre el tema, obispos mexicanos, encabezados por el cardenal José Francisco Robles Ortega, presidente de la CEM, recuerdan que esto “niega la diferencia y la reciprocidad natural de hombre y de mujer […] presenta una sociedad sin diferencias de sexo, y vacía el fundamento antropológico de la familia”.
En este contexto, sacerdotes católicos, respaldaron y animaron a la coalición de grupos que se ha constituido, llamada “Frente Nacional por la Familia”, y que está convocando y organizando dos marchas o concentraciones masivas para expresar que: “el futuro de la humanidad se fragua en el matrimonio y la familia natural”.
La primera de las marchas será el próximo sábado 10 de septiembre en cada uno de los Estados y ciudades grandes; la segunda, el sábado 24 de septiembre en la Ciudad de México y con un carácter nacional.
Integrantes de la iglesia católica, piden a los obispos de todas las diócesis el respaldo mediante la Comisión Diocesana de Familia, “así como desde las parroquias, para animar y promover la participación entusiasta y creativa de todas las personas, familias y grupos a estas marchas-concentraciones, con la posibilidad de implementar alguna forma de seguimiento-colaboración para otros procesos y eventos con los participantes”, señalan activistas.
Los católicos indicaron que también se puede organizar y animar a participar en otras iniciativas de tipo cultural, académico, legislativo y social. De esta manera, en la coyuntura actual de nuestra patria y a nivel internacional, es trascendental compartir, respaldar y dar resonancia social a nuestra convicción en bien del matrimonio, la familia y la vida.
La iniciativa del presidente de México, Enrique Peña Nieto, presentada el pasado mes de mayo para homologar como matrimonio las uniones homosexuales y abrir la puerta a estas para la adopción de menores, ha suscitado un enorme rechazo por parte de organizaciones pro-familia en México, mismas que han formado el Frente Nacional por la Familia.