La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) expresó su reconocimiento al cronograma de flexibilización de mercados del gasolina y diésel, pero sugirió poner especial atención a los precios finales que alcances dichos combustibles al término del proceso.
«Se reconoce el esfuerzo del gobierno por planear en forma transparente las acciones que darán lugar a un nuevo modelo de mercado en los combustibles (gasolina y diésel), en el que se deja atrás el esquema de un proveedor único (Pemex) a un nuevo esquema que se caracterizará por la participación de varios proveedores», precisa.
Daniel Vázquez Díaz, presidente de la Comisión Nacional de Energía del organismo patronal, puntualiza que con ello se permitirá una sana competencia en términos de precios, calidad en los servicios e inclusive, en diversificación de nuevos servicios y productos complementarios.
Lo que a su vez fomentará nuevas inversiones en los procesos de transporte, almacenamiento y comercialización de combustibles, que se estiman puedan ascender a casi 14 mil millones de dólares, expuso el directivo de acuerdo con un comunicado.
Vázquez Díaz sostuvo que ello puede contribuir a tener una infraestructura más sólida y adecuada a las necesidades del mercado actual, por lo que se considera un acierto la apertura de estas actividades a la participación del sector empresarial.
Calificó además de medida adecuada el que la liberalización se haga en forma gradual y ordenada por zonas específicas, en las que el criterio a seguir sea la conectividad a las fuentes de suministro, de forma tal que se tenga diferenciación en precios según los costos de transporte y distribución, que es un componente importante en el precio final de los combustibles.
Sin embargo, dijo al respecto, la Coparmex considera que un tema a analizar es la composición del precio final de dichos combustibles.
Sostuvo que si bien es cierto estará sujeto a las condiciones de oferta y demanda del mercado, es previsible esperar que ante un aumento considerable en el precio del petróleo se refleje en un movimiento proporcional del precio de los combustibles.
«Como sabemos son insumos básicos para la industria nacional, por lo que podría detonar en un incremento en los costos industriales y comerciales, que a su vez puedan impactar en los niveles inflacionarios del país», apunta.
En este contexto, dijo que el sector patronal propone una revisión seria y objetiva de la fórmula empleada para la determinación del precio final, en el que un componente importante son los impuestos que se aplican a dichos combustibles y que representan casi 40 por ciento del precio final.
Por ello es necesario que las autoridades hacendarias y las del sector energético, conjuntamente con los organismos empresariales, se den a la tarea de revisar este tema con profundidad, dijo.
En su opinión, de manera adicional se deben considerar elementos que hoy impactan el precio final, como son los derivados de las ineficiencias en la operación del Sistema Nacional de Refinación, que opera al 60 por ciento de su capacidad, lo que se traduce en sobrecostos, además del robo de combustibles.
Es necesario seguir construyendo propuestas viables que permitan que los aciertos de la reforma energética, al pasar de un modelo monopólico a uno de competencia, se traduzcan en beneficios para las empresas y, principalmente, para la población costos y elevar la calidad de vida de la población, subrayó.
Con Información del Excelsior