Nepotismo y corrupción los grandes males de los cuerpos policíacos, lo que vuelve más difícil terminar con la “cultura de los entres” de comandante operativo encargado de un de turno de Policía vial, una realidad difícil de erradicar pero no imposible.
El descontento entre policías ha llevado a los mandos a realizar algunas prácticas de hostigamiento y represión para acallar sus inconformidades y una posible manifestación de elementos de vialidad que se viene gestando desde hace tiempo en sus entrañas.
“Pero la corrupción va más allá, el comandante en turno de Policía vial nos pide una puesta diaria es decir estamos obligados a realizar 5 infracciones diarias, mientras que los fines de semana en los operativos de alcoholímetro la cuota mínima es de 10 autos, “sin son las 2 de la mañana y llevamos 8, tenemos que esperar a que caigan otro dos” argumento un Policía vial que prefirió el anonimato.
Los policías viales que no entreguen la cuota de fracciones por día es castigado a un crucero como el del puente a mancera, donde tienen que dar vialidad todo el día sin descanso ni para poder ir al baño y mucho menos a comer.
Otro pago que tienen que hacer los policías, sobre todo aquellos que tienen asignada una camioneta o carro patrulla, y si durante su jornada laboral sufrieron algún percance en servicio, son obligados a pagar el deducible del golpe del auto.
Porque le llaman corrupción a esto?