Valle de Santiago Gto. En más de una ocasión sucede que la realidad supera a la fantasía ya que así como hay infinidad de leyendas antiguas, los escépticos se niegan a aceptar tales fenómenos de origen sobrenatural pero, que a veces de manera incidental, se logran obtener pruebas muy valiosas de su existencia, gracias a la tecnología digital.
Este caso se remonta a varios años atrás en que los antiguos habitantes de la comarca dedicados a la cría de ganado caprino, recorrían los cerros para alimentarlos, evitando una ladera del cerro denominado Hoya Blanca, donde existe un escurrimiento de agua llamado las Pilas y que, según era habitado por una comunidad, de duendecillos verdes.
Así lo manifestó don José Merced Zúñiga habitante de este lugar, quien agrego que en sus años mozos se atrevió a desafiarlos, metiendo su gran rebaño de cabras entre la vegetación, que se decía habitaban, el, en lo personal nunca los había visto, solo dijo había escuchado de su padre y tíos algunos comentarios de que, en ese sitio abundaban estos seres.
La recomendación de otros pastores era de que no se metieran por allí pues se decía que mínimo eran apedreados pero que, nunca vieron quien hacia esto, pues la lluvia de piedras era inmensa y algunos pensaban que, las piedras provenían del cerro de la Batea, que cuenta con grandes bancos de grava.
Aun así narra don José que el metió a su rebaño entre la tupida vegetación que en esta área siempre estaba verde y bien cuidada, parecía que alguien la cultivaba, los arboles y arbustos pequeños no mostraban la depredación que hacen los chivos, quienes inclusive se comen la corteza de los arboles del mezquite, uno de los mas resistentes, de este estado de Guanajuato.
Fue así como nos dice don José me senté bajo la sombra de un árbol de copal y empecé a sacar mi lonche que consistía en una tortillas dobladas con frijoles, y apenas daba la primera mordida cuando de pronto la estampida de mis cabras me dejo sorprendido, ya que salieron en todas direcciones, como si hubieran visto a un coyote o a una zorra.
Yo me quede de momento estupefacto pero el temor a sufrir la reprimenda de mi padre por perder a algún animal me hizo correr tras de ellas, no sin antes escuchar a mis espaldas varias risillas burlonas, y ante el miedo que me causo, salí disparado rumbo a mi casa, a donde llegue sin aliento buscando el refugio de mi madre, quien organizo la búsqueda de los animales con todos mis hermanos.
Esta leyenda impulso a un grupo de jóvenes a internarse a la ladera de este cerro, precisamente al sitio indicado donde se encuentra el escurrimiento de agua conocido como las Pilas, este lugar es enigmático y hermoso a la vez, pues conserva su exuberante vegetación, tal y como lo señala la leyenda.
Todo trascurrió sin novedad y en completa calma, los jóvenes disfrutaron el paseo en busca de algún ser que, señalaba la leyenda e historias de los pastores antiguos, fue al final cuando decidieron como todo grupo de amigos tomarse la foto del recuerdo, así que se acomodaron en unas rocas con el fondo de la vegetación.
Así Adriana, Jorge, Pedro, Rogelio, Gabriel, Lupita y Juan entre otros se retiraron de este lugar, y fue cuando al revelar las fotografías, descubrieron que a sus espaldas, se encontraba una figura perfectamente definida de un ser de color verde entre la vegetación, que los miraba con curiosidad, pero sus ojos destellaban odio.
Fue así como nos hicieron llegar la evidencia fotográfica, y su experiencia en el lugar de los hechos, para que nuestro Grupo de Investigación realizara su labor, y buscara alguna otra prueba, este caso es único en este estado y que, gracias a la confianza que hemos logrado debido ala seriedad y respeto con que realizamos nuestro trabajo, ponen en nuestras manos, los acontecimientos que les suceden.
Queremos agradecer a todos nuestros lectores sus comentarios y sugerencias en los temas a tratar, y si requiere usted alguna consulta personalizada estamos a sus ordenes, recuerde armonizaciones de hogares comercios y personas, desalojo de entidades negativas, videoconferencias en escuelas y clubes de servicios, correo electrónico; [email protected]