- Familiares, amigos y compañeros de elementos ultimados en cumplimiento de su deber, estuvieron con ellos en su velorio.
- Mostraron sorpresa, malestar e indignación por la forma en que fallecieron Rogelio y Rigoberto quienes hasta el día de su muerte destacaron por su brillante e impecable labor.
Familiares, amigos y compañeros de los elementos ultimados mientras cumplían con su trabajo, se mostraron sorprendidos, molestos e indignados por la forma en que fallecieron Rogelio y Rigoberto quienes, hasta el día de su muerte, se destacaron por ser elementos de Policía Preventiva con un excelente récord en su expediente dentro de la corporación.
Congregados en las humildes viviendas que con esfuerzo y sacrificio fue producto de su trabajo, la mañana de este jueves sus cuerpos arribaron por última vez, luego de que finalmente fueran entregados a sus familiares para ser velados e iniciar con las exequias, que contempla para este próximo viernes después de un homenaje prometido por el alcalde Antonio Arredondo Muñoz, antes de ser llevados a su última morada.
El dolor, la indignación y sobre todo la condena por el ataque artero que sufrieron, reinaban silenciosamente en el ambiente, por la forma en que sus compañeros Rogelio y Rigoberto fueron arteramente ultimados cuando cumplían con su deber. Elementos que, durante toda su trayectoria, siempre se distinguieron por el excelente récord e impecable expediente dentro de la corporación.
El repudio y el malestar era mayor en el caso del oficial Rogelio con más de 30 años de servicio en la corporación de Seguridad pública de Salamanca, quien, a sus 52 años de edad, había solicitado a principios de este año su jubilación, por una limitante de audición que tenía, sin embargo la administración se lo negó, motivándolo a seguir desempeñándose como elemento de caseta y nunca estuvo comisionado a la operatividad en patrulla, ya que no contaba con el adiestramiento suficiente para manejar un arma, es por lo que existe entre familiares y compañeros la inconformidad del porqué el día del ataque, por primera vez fue motivo de su labor habitual y encomendado a acompañar a Rigoberto para apoyar en su labor de patrullaje.
Interrogantes sin respuesta que no son entendidas y mucho menos aceptadas, sobre todo porque al iniciar su turno esa noche, su plan de trabajo era seguir desempeñando su labor en la zona donde estaba comisionado, es por lo que un cierto sentimiento de impotencia, hizo más dolorosa la pérdida tanto para familiares como para compañeros de la corporación.
La excelente trayectoria que desempeñaban, fue incluso reconocida y respaldada por la Procuraduría de Justicia del Estado de Guanajuato, según lo demostraba su examen de control y confianza que siempre aprobó sin problemas, por lo que en base a estas pruebas se siguen las investigaciones del lamentable y condenable asesinato de dos elementos de policía, que se caracterizaron por su entrega, dedicación y cumplimiento de su deber que desempeñaron hasta el último momento, brindando en ello su propia vida.