De acuerdo a la última revisión de la División de Población de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la población migrante se ha triplicado de 77.1 millones de personas en 1960 a 243.7 millones en 2015.

La proporción de migrantes internacionales con respecto a la población mundial ha crecido de 2.6% en 1960 a 3.3% en 2015.  Siendo Estados Unidos el principal país en donde residen los inmigrantes con 46.6 millones; mientras que la nación con el mayor número de emigrantes es la India, con 15.6 millones.

México ocupa el segundo lugar a nivel mundial, con 12.3 millones de emigrantes, que en su mayoría radican en Estados Unidos.

El Observatorio de Migración Internacional (OMI)  revelo que México ha sido, por mucho, la principal nación de origen de migrantes latinoamericanos a Estados Unidos. Se estima que el número de mexicanos en ese país pasó de 800 mil personas en 1970 a 11.9 millones en 2010, y para 2015 ya son 12.3 millones  de mexicanos los que migraron al vecino país del norte, según la ONU.

El OMI revela que la constante llegada de flujos migratorios provenientes de México a Estados Unidos por más de un siglo ha dado pie a la conformación de una comunidad mexicana de considerable magnitud en el país vecino. Se estima que en 2012 residían en Estados Unidos alrededor de 11.9 millones de mexicanos, aunque si consideramos a los descendientes de los inmigrantes de segunda (11.4 millones) y tercera generación (10.4 millones), la cifra aumenta a poco más de 33.7 millones de personas. .

En los últimos años, la migración mexicana a Estados Unidos ha experimentado cambios importantes en el volumen, modalidades, origen y destino de los flujos migratorios que se dirigen a ese país.

Hasta principios de los ochenta, la mayor parte del flujo migratorio tenía su origen en los estados del centro-occidente de México. Sin embargo, en la actualidad se ha observado una mayor participación de los migrantes originarios de las entidades del centro del país, como son Puebla, Hidalgo, Estado de México, Morelos y la propia CDMX.

Mientras que unos se van, otros llegan; pues según datos del OMI, México ha sido tradicionalmente una nación de acogida de refugiados, asilados y trabajadores inmigrantes procedentes de distintos países y regiones del mundo. Estos inmigrantes se han asentado a lo largo y ancho del país, pero principalmente en algunos estados del norte, como Baja California y Chihuahua, del centro-occidente, como Jalisco, Guanajuato y Michoacán, y del sureste mexicano, como Quintana Roo y Chiapas.