“SALAMANCA SE ENCUENTRA ESTANCADO ECONÓMICAMENTE”
La supuesta reconfiguración de la refinería en la ciudad de Salamanca, comienza a ser un tema que no ha podido quedar muy claro y que cada día parece quedarse más en el olvido.
El auge económico que Salamanca aparentemente estaba viviendo parece haberse quedado ya muy atrás, al grado que el boom que todavía por lo menos se percibía a finales del año pasado parece ser cosa del pasado.
La armadora de la corporativa Mazda no ha sido la panacea hasta el día de hoy en cuanto a lo que se consideraba sería el detonador de la economía en Salamanca, los proveedores de la nipona establecidos fuera de Salamanca, y los bajos sueldos en la fábrica de autos dan como obvio resultado que no se refleje en el aumento de circulante en la ciudad, y como consecuencia es motivo de mucha inquietud que no estén recibiendo los trabajadores de Mazda una percepción económica que pudiera considerarse como atractiva para sus familias.
El letargo en el cual Salamanca se está sumiendo pudiera tener muchas causas, pero es indudable que las autoridades se han quedado cortas en el ofrecimiento de condiciones atractivas para el establecimiento de nuevas empresas, los comentarios de los inversionistas son en el sentido primordial de que existe una notoria falta de seguridad y de planeación en el municipio, las vialidades parecen estar definitivamente olvidadas en cuanto a un adecuado mantenimiento, y la proyección a futuro simplemente no existe en forma consolidada, claramente ciudades vecinas como Irapuato le están comiendo el mandado a la administración municipal con la constante instalación de nuevas empresas, Salamanca se quedó en Mazda desde el empuje inicial innegable realizado por el ex alcalde Antonio Ramírez Vallejo, y de ahí ya no ha podido avanzar.
Es inexcusable que no exista un plan de desarrollo económico – industrial que sea proyectado a un futuro mediato, y que contemple la creación de mejores vialidades en las cuales se deje de considerar a Salamanca como una pequeña ciudad, ya que definitivamente el desarrollo profesional a mayor escala debe considerarse prioritario, y en el cual se considere que las “avenidas” y vialidades de Salamanca simplemente se están quedando muy cortas, como son los raquíticos accesos a Mancera y la interconexión eficaz para el crecimiento ordenado de la ciudad.
El parque industrial de Salamanca que se encuentra hacia la salida a Celaya simplemente no funcionó, y no hace falta irse más lejos con esto, tiene una entrada pésima de un solo carril por lado, mal trazado, sin pavimentar sus accesos, etcétera.
El seguir considerando que con trazados de arterias con apenas dos pequeños carriles, y con un pésimo trazado emulando a un párvulo de kínder, como es el caso de la Avenida México – Japón, definitivamente mengua la oportunidad del establecimiento de más fuentes de trabajo y que éstas sean mejor remuneradas en virtud de la existencia de más competencia para los empleadores diferentes a Mazda que impliquen ya de entrada la presión de generar mejores salarios por la natural competencia.
La infraestructura en Salamanca en materia de vialidades sigue dándose al estilo de la última década, “a excepción del Boulevard bicentenario” contamos solo con pequeñas avenidas ejecutadas más con el ánimo de hacer “obritas”, que con la firme convicción de trazar una ciudad con una proyección a futuro de altas perspectivas.
Tal parece que en Salamanca todo debe ser pequeño; vialidades, seguridad, desarrollo, crecimiento…
Es claro que se requiere contar con gente más profesional que pueda generar el empuje a Salamanca como una ciudad en franco avance y se realicen ya por lo menos de entrada mejores trazos y avenidas que sean garantía de mejores condiciones de infraestructura a futuro.
Porque de seguir pensando que con la lejana reconfiguración a Pemex todo se solucionará, es seguir viviendo en el pasado, las acciones se deben de emprender desde ahora si es que realmente la administración municipal pretende sacar adelante a Salamanca.
Mientras no haya un cambio de chip en la forma de pensar y proyectar el futuro de Salamanca, las condiciones económicas para los salmantinos van a seguir quedándose estancadas, “si es que en algo siquiera le interesa a la actual administración municipal”.