AYER ROBARON POR TERCERA VEZ la casa donde vivo. Uno trata de adoptar una actitud cristiana, pero la verdad es que es muy difícil: por ello el Cristianismo es un ideal tan ideal. Conseguir una pistola es lo que pasó por mi mente, al ver en el piso los vidrios de una ventana y, las pocas cosas que dejaron, tiradas en el piso.
Defenderse uno mismo ante la incompetencia de las autoridades, esa es la lógica que lleva a algunos legisladores lelos a proponer que todos nos armemos. Sin embargo, hay que considerar que una pistolita podría servir ante unos vándalos miserables y drogadictos, pero no ante un grupo con mayor capacidad de fuego. Además, es tal la locura que luego nos invade, que acabaríamos matando inocentes o nos matarían a la menor provocación.
Así pues, parece ser que la mejor alternativa es fortalecer la vigilancia del Estado, pero nuestros gobernantes se corrompen, se gastan los dineros del pueblo y no tienen estrategias que resulten efectivas. Tengo entendido que el presidente municipal se gastó una buena parte del presupuesto en cámaras de vigilancia…¿dónde están? Y únicamente veo policías en el centro de la ciudad, más muy pocos en las colonias populares, donde impera la delincuencia.
Mientras no haya una verdadera política de seguridad ni se mejoren las condiciones económicas de la gente, poniendo énfasis en la educación, no me queda más que encerrarme a piedra y lodo, andar alerta y encomendarme a San Miguel Arcángel.