Situaciones como trabajo, lugares públicos sin baños y sexo femenino son algunas de las causas que conllevan un riesgo de aguantarse las ganas de orinar.
El doctor Víctor Mondragón Rivero, coordinador auxiliar de Gestión Médica, de la Delegación Guanajuato, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explicó que “aguantarse la ganas de orinar tiene sus consecuencias, mismas que pueden ser desde situaciones agudas y comunes como lo son las infecciones urinarias hasta llegar a ser crónicas de ser esto repetitivo”.
Señaló que las infecciones urinarias son más comunes en la mujer aún sin retener voluntariamente la orina, por lo anterior alguna persona que aguante por mucho tiempo las ganas de orinar aumenta significativamente el riesgo de dicho padecimiento.
Resaltó que fisiológicamente el proceso de orinar realiza un arrastre de partículas y bacterias que pueden encontrarse en el tracto urinario.
Otra consecuencia del retener orina, puede ser presentar cálculos urinarios, esto principalmente por la estasis o estancamiento de la orina, promoviendo la formación de cálculos.
Por otra parte, el retener orina voluntariamente genera aumento de presión intravesical, aumentando el riesgo de reflujo vesico-uretral.
Cuando un paciente presenta algún evento agudo por retención urinaria, corre el riesgo de complicarse con situaciones de tipo crónico, generalmente secundarias a la dilatación vesical y finalmente su afección a la anatomía normal, situación que nos guía a infecciones más frecuentes y delicadas al lograr abarcar región renal.
Por ello el médico del IMSS recomendó, primero, evitar retener la orina voluntariamente sin necesidad, y segundo, acudir a revisión profesional ante cualquier molestia relacionada con este aspecto.
