La Procuraduría Ambiental y de Ordenamiento Territorial (PAOT),
clausuró seis hornos ladrilleros en Celaya, Juventino Rosas y Valle de
Santiago.
Sin embargo esta medida para los productores del tabique es drástica y
para ecologistas consultados, los ladrilleros sólo son chivos
expiatorios.
A través de un comunicado, la PAOT informó que los hornos no contaban
con licencia ambiental de funcionamiento.
“Pero el problema es que pasa igual que con los vehículos la industria
los toma como chivos expiatorios y dicen que son los contaminadores
cuando en realidad los que contaminan son los que siempre están, vemos
a Pemex a qué hora tira sus desechos los tira en la madrugada”, dijo
Hiram de la Peña, integrante de la asociación Fraternidad Humana.
Las clausuras afectan de manera importante a los productores, por cada
horno dependen al menos cinco familias y son empleadas personas de la
tercera edad que quedan sin trabajo.
“Pues pienso que está medio drástico porque mira ese señor tiene más
de 60 años y adonde va a ir, adónde va a ir y desgraciadamente mucha
gente depende de eso, hay como unos cinco más los que acarrean la
tierra es una cadena de empleo, la verdad sí”, dijo José, ladrillero
desde hace 10 años.
Productores entrevistados comentaron que hacen uso de combustóleo una
vez por cada dos meses durante 15 horas, sin embargo es vapor y
consideraron que no impactan ni contaminan en comparación como las
grandes industrias.