- Entre piñatas y convivencias terminaron nueve días de rezos y aguinaldos.
Entre cantos y oraciones, terminaron en algunas colonias nueve días de pedir posada en busca de una morada de José y María, en la emotiva celebración de las tradicionales Posadas que por un año más, las familias católicas se unieron para mantener viva esta tradición que por año representa el tiempo de preparación para la Natividad del Niño Jesús la noche de este 24 de diciembre y la celebración de la Navidad.
En Salamanca las posadas, se conservan como una manifestación de generosidad y gratitud al Creador, donde las familias de una colonia o asentamiento habitacional se organizan y se reúnen al comenzar la noche para rezar el rosario y repartir los aguinaldos o bolsitas de golosinas a los niños y adultos que se reúnen para participar en el rezo.
Las posadas en Salamanca, se caracterizan por su apego religioso y tradicionalista; donde las familias de una colonia o asentamiento habitacional se organizan y se reúnen al comenzar la noche para rezar el rosario y repartir los llamados “aguinaldos” a los niños y adultos que se reúnen para participar en el rezo.
Esta tradición que se sigue conservando con gran ilusión entre los niños y compromiso de los adultos por fomentar la tradición, pero ante todo compartir con los vecinos un poco de lo que se recibió durante el año.
Un ameno y singular conjunto de tradiciones, que remonta los recuerdos y estimula el significado de las festividades que están por iniciar como es la víspera de la Nochebuena y la Navidad.
En el caso de colonias del sur de la ciudad, para terminar el novenario se organizaron para además de dulces y piñata para niños y grandes, organizaron una pequeña convivencia donde algunas familias prepararon guisos, postres y comidas tradicionales para regalar y motivar una amena convivencia.