Enfrentarse a una crisis financiera por falta de liquidez a causa de un problema de desempleo, de salud o simplemente porque se gastó más de lo que se debía, son situaciones que llevan a muchas personas a perder el control de sus deudas.
Una regla financiera básica dice que el pago de tus deudas no deber ser mayor al 30 por ciento de tus ingresos netos, de lo contrario estarías en una situación de insolvencia.
Si actualmente te encuentras agobiado porque sientes que las deudas te ahogan, no desesperes, es cierto que no es fácil salir de las deudas, pero la disciplina y planeación, pueden ser tus mejores aliadas en estos momentos para superar la crisis. Pues, aunque no existe un plan universal para salir de las deudas, si hay algunas recomendaciones que te pueden ayudar a irte librando de ellas.
Antes que nada enlista tus deudas: Escribe el nombre de la tarjeta, el saldo total de la deuda, la tasa de interés, el pago mínimo y la fecha límite de pago. Puedes usar cualquiera de estos dos formatos:
- Coloca en primer lugar la deuda con el saldo mayor y en seguida el resto en orden descendente. Concentra tus esfuerzos en pagar las deudas más altas, paga más del mínimo y a las demás cuentas destínales al menos el pago mínimo, no dejes de hacer las aportaciones mensuales para mantenerte al corriente.
- Ordénalas conforme a la mayor tasa de interés. De esta forma dedicarás la mayor cantidad
de dinero a liquidar la deuda más cara. Sin lugar a dudas esta es la mejor estrategia en términos financieros, ya que liquidarás primero la deuda que más intereses te genera.
Elabora un presupuesto. El primer paso para tomar el control de tu situación financiera es saber cuánto dinero gastas, para luego definir el monto que puedes destinar al pago de tus deudas. Realiza un listado con el monto total de tus ingresos mensuales, a continuación gastos fijos (renta, colegiaturas, gas, luz, teléfono, etc.) y por último gastos variables (transporte, entretenimiento, ropa, zapatos, etc.).
Paga más del mínimo. Para salir lo más pronto posible de esta complicada situación debes destinar la mayor cantidad de dinero posible al pago de tus deudas y debe ser suficiente para cubrir el pago mínimo y un poco más.
Consolida tu deuda. Esta opción te permite agrupar tus deudas en una sola cuenta. Revisa qué banco te ofrece mejores condiciones (CAT, menor tasa de interés, etc.) y solicítale traspasar el saldo de varias tarjetas de crédito a un solo plástico, además de tener un mayor control de tus pagos, esto te permitirá el ahorro de comisiones anuales. No todas las Instituciones Financieras ofrecen este beneficio, así que pregunta en el banco de tu elección si maneja el programa y bajo qué condiciones.
Guarda las tarjetas. Si tu objetivo es dejar de seguir endeudándote, evita a toda costa continuar usando las tarjetas de crédito. Deja los plásticos guardados en un lugar seguro, o de ser posible, destrúyelos para erradicar la tentación de usarlos y acostúmbrate a hacer todas tus compras en efectivo.
Reestructura tu deuda. Comparada con la consolidación, la reestructura parece a simple vista más ventajosa, porque la institución acreedora puede disminuirte el monto de tu deuda e incluso eliminar los intereses generados por ésta. Sin embargo, el lado negativo es que dejará malos antecedentes en tu historial crediticio, por lo que siempre será mejor liquidar el total de tus adeudos.
Solicita un plan de pagos fijos. Esta opción te permite “bajar” el monto del pago que debes realizar cada mes, el beneficio radica en que los intereses de la deuda ya no generarán más intereses. Esto facilita el pago del adeudo en un plazo mucho menor que si solo hicieras los pagos mínimos. Usualmente las Instituciones Financieras manejan plazos que van de 6 a 60 meses. Es importante que una vez que establezcas este plan con tus acreedores no vuelvas a utilizar tus tarjetas, ya que de otra forma, volverás a incrementar el monto de tu deuda y podrías volver a caer en una situación de insolvencia.
Haz de tu tarjeta tu mejor aliado. Si las sabes manejar, las tarjetas de crédito son una de las mejores opciones de crédito, ya que te permiten financiarte hasta por 50 días sin pagar un peso de interés. Además de esto, te ofrecen algunos beneficios como: generar puntos con los que puedes pagar tu anualidad, obtener boletos de avión o contar con seguros de viaje. Asimismo, te permiten domiciliar el pago de servicios con lo que te ahorran el traslado a una sucursal.
Y es que estar endeudado no siempre es malo, aunque suene extraño, también hay deuda buena y es aquella que destinas para incrementar tu patrimonio, por ejemplo: la compra de una casa, la remodelación de tu vivienda (que le da mayor valor), la adquisición de un auto, etc. Lo importante es saber cómo administrar tu dinero para evitar caer en deudas que, en lugar de acerté incrementar tu patrimonito, tengas que deshacerte de él.
Con información de: Proteja su Dinero/Conduef.