- El evento “privado” estuvo muy lejos de ser un intercambio de fortalecimiento cultural entre la comunidad Japonesa y Salmantinos.
- El acceso estuvo limitado sólo para invitados especiales.
La privacidad con la que el municipio manejó el “Festival Japonés Guanajuato Hiroshima Amigos”, fue cuestionado por la exclusividad con la que se llevó a cabo cuando se supone que es un evento de intercambio y fortalecimiento, ya que solo los funcionario municipales estuvieron presentes, mientras que a los salmantinos que acostumbran visitar el recinto arquitectónico, les impidieron el acceso, con el argumento que se realizaba un “evento privado”.
El hermetismo con el que se desarrolló el Festival realizado en uno de los recintos más importantes de Salamanca la tarde del pasado jueves, causó interrogantes entre los ciudadanos que acudieron al claustro menor del ex convento Agustino de San Juan de Sahagún para saber si se desarrollaba alguna actividad cultural y al observar que salían algunas personas, aunque estaba una parte de la puerta cerrada.
Al tratar de ingresar con la seguridad de que se realizaba en esos momentos un evento, el policía que vigila la entrada, cerró el paso a los visitantes, informándoles que solo estaban en el interior invitados a un evento que se realizaba en privado, por lo que el acceso era limitado y el público en general no podía ingresar.
La respuesta del policía, despertó curiosidad y rumores sobre el tipo de evento, especialmente porque en esos momentos salían varios ciudadanos japoneses.
El festival que para colmo fue despreciado por el edil Antonio Arredondo Muñoz, ya que brilló por su ausencia, asistiendo en su lugar el director de Desarrollo Económico Fidel Guerra Ahued, esto a pesar de contar con la asistencia del Cónsul de Japón en León, Yasuhisa Suzuki y los integrantes de la Asociación Amigos Guanajuato Hiroshima, que preside Chiharu Mizutani,
Por ello, los ciudadanos amantes de la cultura y el arte, lamentaron que eventos de este tipo se “privatice” cuando se supone que son realizados para compartir el arte y la cultura de la comunidad Japonesa en Salamanca y fortalecer una hermandad que se presume, pero sólo entre esa comunidad y los servidores públicos.
“Pero que no se trate de un evento artístico o cultural que realicen los salmantinos, porque entonces sí se permite la entrada a todos, sin ningún control, ni restricción, si no es que hasta en la calle los están haciendo, que mal por las autoridades que tenemos, porque en lugar de promover la verdadera hermandad y convivencia, hacen lo posible por marcar los límites y las diferencias”, lamentó la ciudadana identificada como Berenice vecina de la zona centro.