A un año del asesinato de los policías municipales, Rigoberto Jiménez Carmona y Rogelio Miranda Ramírez, el doble homicidio ha quedado impune y la Procuraduría de Justicia no ha dado a conocer avances.

El 27 de diciembre del 2016, los dos policías preventivos fueron privados de su libertad y posteriormente asesinados; después aparecieron calcinados.

Rigoberto Jiménez llevaba 30 años en la corporación, mientras que Rogelio Miranda 9 años de servicio.

El hecho ocurrió en la madrugada cuando patrullaban por el Libramiento Sur a la altura de la colonia La Luz, eran alrededor de las tres de la mañana cuando se localizó la patrulla con impactos por arma de fuego, sin embargo no estaban los oficiales.

En el sitio se aseguró la patrulla 970 y horas después, elementos de diferentes corporaciones que implementaron operativo de búsqueda, encontraron los cuerpos calcinados de los policías, estaban en el camino a El Calabozo.

El 18 de enero de este año, en su visita por Salamanca, Carlos Zamarripa Aguirre, procurador de Justicia del Estado, dio a conocer que los responsables del doble homicidio estaban plenamente identificados y sólo se esperaba capturarlos.

El pasado 11 de diciembre el mismo procurador informó que los presuntos responsables ya habían sido detenidos e incluso estaban vinculados con otros delitos por los que se habían girado órdenes de aprehensión.

Sin embargo Zamarripa Aguirre nunca presentó la identidad de los supuestos homicidas como lo realiza la procuraduría, tampoco ha dado a conocer las causas por las cuales ambos oficiales fueron asesinados.