- Desde la entrada en vigor del nuevo precio, operan con tranquilidad sin que sean afectadas por actos de resistencia civil.
- La única preocupación es el retraso en el abasto de combustible.
Con una notable baja en las ventas y problemas de abasto, transcurre para gasolinerías en Salamanca la entrada en vigor del aumento a los combustibles, sin que por el momento se hayan presentado actos de resistencia civil que afecten sus instalaciones, alteren su comercialización y menos que afecten sus ingresos por la retención de impuestos.
En una encuesta realizada en algunos establecimientos en diferentes puntos de la ciudad, los pocos encargados y despachadores de gasolineras, coincidieron en reconocer que el sábado 31 de diciembre en que la demanda fue como pocas veces vista.
Pero a partir del 1 de enero a la fecha, han tenido bajas ventas “es poca gente la que viene a surtir en comparación con otros días”, señaló el despachador de una estación ubicada al sur de la ciudad, al comentar amablemente que la gente acude, pero no la de costumbre.
Recordó que desde el primer minuto del domingo 1 de enero se aplica el nuevo precio para los diferentes tipos de energéticos establecido para este municipio de Salamanca de acuerdo al tabulador de precios anunciado, en el caso de las gasolinas, la magna se vende en $16.14 y la Premium a $17.92.
También comentó que los consumidores no han intentado ningún tipo de acto agresivo que atente contra ellos o de las instalaciones, así como tampoco han ejercido alguna medida de resistencia tales como negarse a pagar el IVA o alguna otra medida.
Mientras tanto la encargada de otra estación cercana al centro de la ciudad, dijo que todo transcurre con normalidad y aunque también el consumo es menor que en otras fechas, no han tenido ninguna eventualidad, indicando que únicamente la gente que acude les manifiesta su inconformidad sobre el precio “los comentaron sólo son de que subió bien harto, es mucho, porqué, no nos va a alcanzar”, indicó.
Añadió que en la cuestión de la venta todo transcurre dentro de lo normal, sólo la preocupación es que se sigue retardando el abasto del energético y aunque no se han quedado sin combustible, temen que de continuar con la retención que mantiene Petróleos Mexicanos en la terminal de distribución, puedan llegar a no contar con el abasto suficiente para surtir a la población, por lo que confiaron en que no se llegue a presentar escases de energéticos.
En otras gasolineras sobre todo del norte de la ciudad, el personal se mantuvo renuente y hermético a comentar sobre el tema.