Con información: Revista Selecciones
A todos se nos cae el pelo, algunas personas pierden más que otros y no siempre vuelve a crecer. Te decimos cómo lidiar con la calvicie hereditaria.
En 95 por ciento de esos casos la causa son los genes. Pese a la creencia popular, el problema se hereda de ambos padres, dice Bessam Fario, cirujano especialista en restauración capilar. Hombres y mujeres lo sufren por igual: en ellas, la raya del pelo se ensancha y éste se adelgaza; en ellos, las entradas se hacen pronunciadas y aparecen zonas ralas en la coronilla.
La calvicie no es una enfermedad Y muchas personas simplemente la aceptan. Para quienes no se resignan, hay opciones, como los injertos, que consisten en trasplantar cuero cabelludo de la nuca a las zonas de pelo ralo. El tratamiento suele ser costoso y, por lo general, no se ofrece en hospitales públicos ni lo cubren los seguros médicos.
Aunque los resultados son permanentes, el médico tal vez sugiera un retoque quirúrgico con fines estéticos. Lo aconsejable es acudir a un cirujano especialista en restauración capilar. Otra opción es el minoxidil, una espuma o loción de venta libre que se aplica en el cuero cabelludo.
Este producto no hace que el pelo vuelva a crecer; más bien retarda o evita la caída o el adelgazamiento del cabello restante con un 80 por ciento de eficacia. Las tabletas de finasterida, fármaco de venta controlada, reducen los niveles de dihidrotestosterona (hormona vinculada a la calvicie masculina), dan más volumen al cabello restante y retrasan la caída.
La finasterida está aprobada sólo para hombres, y se desaconseja su uso en mujeres por ser ineficaz para ellas. El estilo de vida y el estado de salud afectan el ritmo y evolución de la caída de cabello hereditaria. “El estrés, el sobrepeso, los trastornos tiroideos y los quistes de ovario pueden acelerar la pérdida”, señala el doctor Vincenzo Gambino, especialista en injertos de cabello.
El pelo también puede caerse por mala alimentación, uso excesivo de extensiones, cambios hormonales durante la menopausia o después del parto, uso de anticoagulantes y alopecia areata, un trastorno autoinmunitario curable del cuero cabelludo.
Tanto el médico general como el dermatólogo están capacitados para identificar la causa de la caída del cabello y ayudarte a tomar la decisión apropiada.