Desde hace varios años en la comunidad de Palo Blanco habían pedido drenaje, ahora ya lo tienen pero la obra quedó mal hecha.
Hace un año y tres meses quedó instalado el drenaje, obra ejecutada por el Comité Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Salamanca (CMAPAS), pero las aguas residuales brotan de las alcantarillas y de las viviendas de la calle Guerrero.
“Pues que se tapa y están pidiendo que se cambie la tubería pero sí se requiere que esos tubos sean más grandes de 8 pulgadas, para acá y allá se llena de agua, sale el agua de los drenajes; se tiene que cambiar porque cuando llueve olvídese el año pasado estuvo bien feo todo, porque las casas de abajo tuvieron que sacar a una señora que no podía salir de llena”, dijo Guadalupe, habitante de la calle Guerrero.
Los más afectados son los estudiantes de la secundaria y el preescolar a este último asisten 31 niños.
Hace un año durante la temporada de lluvias, aguas residuales inundaron el jardín de niños Abraham Castellanos.
“Un foco de infección y le digo que el año pasado los tuvimos que sacar por la malla porque se inundó brota el agua y todo se llena. Fuimos a meter los oficios y vino CMAPAS y drenaron ahí y ya no se tiró pero en esta temporada ya brotó hace como 15 días me comentaron las mamás”, comentó María Teresa Carrasco, directora del jardín de niños.
El agua no sólo brota de las alcantarillas de esa calle, también de un camino de terracería y van a parar a los cultivos.