EL CUISILLO DE LOS DUENDES.PIRAMIDE RUSTICA EN LA CIMA DE UN CERRO. EN COMUNIDAD DE SALAMANCA. GUANAJUATO.
Salamanca Gto. Diversas culturas del mundo autentifican que seres de la naturaleza conviven con nosotros, pero que, debido al expansionismo de la modernidad y la tecnología, estos están cada vez mas, alejándose de nuestro entorno.
Los pueblos mesoamericanos al igual que los otros continentes representaron a unos seres que podríamos considerar como duendes, llamados los espíritus guardianes de la tierra o el bosque, también llamados protectores.
Los Mayas dejaron constancia de ellos en las diversas representaciones arqueológicas y los llamaron Aluxes, mientras que el nombre en Náhuatl define a estos seres como chaneques, que al igual que los aluxes Mayas, eran considerados como protectores.
Eran conocidos también como tlaloques por ser considerados como ayudantes del dios de la lluvia Tlaloc, ya que, si no se pedía permiso a ellos para ingresar a sus bosques desataban grandes tormentas, para ahuyentar a los intrusos.
A estos seres se les describía como muy pequeños de estatura, regordetes y con caras muy redondas, en otras representaciones encontradas en Monte Alban Oaxaca, se observan figuras muy pequeñas, y distintas a la conformación anatómica humana.
Otra de las culturas de nuestro pasado como la Totonaca en el estado de Veracruz, también dejaron representaciones de estos seres en piedra, a quienes guardaba una gran reverencia y fueron conocidos como kawichos y tepas, duendes de tierra y agua.
Existen en diferentes lugares del estado de Guanajuato construcciones piramidales rusticas en piedra, atribuidas a los pueblos chichimecas, conocidas como Cuisillos en donde a decir de pobladores cercanos, son custodiadas por duendes.
Uno de estos se encuentra en una comunidad denominada los Hernández, perteneciente al municipio de Salamanca, un lugar ya muy deteriorado debido a que las personas que lo visitan desparraman las piedras, dejando a punto de desaparecer, su forma piramidal.
Cabe hacer mención que realizamos un barrido fotográfico a los alrededores de esta construcción, y se percibía como si alguien nos observara desde algún punto de la vegetación, y se escuchaban ciertos murmullos o cuchicheos.
Pobladores aledaños nos indicaron que por las tardes casi al pardear la noche si uno intenta acercarse a este sitio, puede sufrir alguna agresión de los duendes que allí habitan, e inclusive espantan a los rebaños de chivos. Cuando se acercan al cuisillo.
Este lugar como la mayoría de la actividad que realizan los lugareños, es la de pastorear rebaños de cabras y borregos, practica común es que sean menores de edad los que la lleven a cabo, y conocen todas las veredas de cerros y montañas.
Y saben perfectamente de acuerdo a viejas leyendas de sus ancestros, que deben de respetar estos sitios, o pueden sufrir alguna consecuencia, por este motivo se dice, evitan el pastoreo cerca de estos monumentos arqueológicos.
Por ultimo y de acuerdo a la revisión del material fotográfico que recabamos en este hermoso lugar, detectamos unas figuras de seres muy extraños, que concluimos fueron los que nos observaban desde la espesura del bosque, y que son los duendes, de la naturaleza.