LA CASA DE LOS ESPANTOS. MORADA DE ESPÍRITUS AGRESIVOS.
LOS INQUILINOS DURAN POCO. EN SALAMANCA GUANAJUATO.
Salamanca Gto. El imparcial examen de lo referente a fantasmas y apariciones nos demuestra que en todos los países del mundo, existen muchos testimonios de la vuelta eventual de los muertos que, en ocasiones permanecen arraigados en los sitios donde fenecieron por diversas circunstancias, y ocasionan problemas a las personas, que se cruzan por su camino.
Estos visitantes rara vez dan pormenores del mundo que proceden, pero lo mas común es la causa, por la cual quedaron atrapados en este plano y que en muchos casos, desean salir para continuar con su camino, indudablemente hay algunos tan aferrados que resulta imposible lograr su destierro, volviéndose agresivos.
En esta ciudad existe una casa abandonada desde hace mucho tiempo, esta es la impresión que da, techos derrumbándose y hierba muy crecida, en su interior el polvo a hecho lo suyo, convertida en un autentico basurero, ubicada en el numero 409, de la populosa colonia Guanajuato.
El ultimo inquilino José Pantoja Escoto narro la terrorífica experiencia vivida hace siete años en este lugar, y por lo cual dejo de habitarla de inmediato ya que dijo, todo empezó con leves ruidos en la cocina, hasta las apariciones de seres de ultratumba por las noches.
Al principio me negaba a aceptar que en esta casa espantaban, dijo el señor Escoto los vecinos me habían dicho que anteriores inquilinos duraban poco rentando la casa ,y constantemente la abandonaban sin que se les venciera la renta, pero nadie hablaba de lo que ahí ocurría.
Yo desde que llegue sentí la impresión de que alguien me miraba y mientras acomodaba mis cosas tuve ciertos escalofríos y no supe el motivo, por lo que le pedí a los cargadores que ellos hicieran el trabajo solos, eran las seis de la tarde recuerdo cuando ellos terminaron, así que se retiraron quedándome yo solo.
Me estaba preparando un café cuando de pronto una racha de aire entro sin saber por donde y apago la flama de la estufa, ante esto yo la volvía a encender y cerré puertas y ventanas aun así, otra ráfaga entro y me la volvió a apagar, para esto yo como que empecé a sentir temor ante lo desconocido.
Esa primera noche me fue muy mal oía ruidos en la cocina como cuando alguien anda moviendo los trastes, un gato maullaba lastimosamente y sentía la presencia de alguien cerca de mi cama ,esto ocurrió durante toda la noche y al amanecer me dirigí a la cocina y, todo estaba en completo desorden.
Al pasar el tiempo las manifestaciones de seres de ultratumba eran después de las nueve de la noche cruzaban en varias direcciones y desaparecían como cuando una imagen se desvanece, sus rostros eran terroríficos como con quemaduras, me miraban directamente a los ojos con gesto de tristeza.
Se lo comente a un sacerdote pero no me creyó, dijo que eran problemas de mi mente y solo me dio un poco de agua bendita para rociarla en la vivienda, pero no quiso acompañarme para estar presente en mi experiencia, y atestiguar mi verdad.
Descanse solo unos días para esto ya había pedido el apoyo de algunos amigos quienes llegaron para hacerme compañía durante la noche, así que prepare unos bocadillos y bebidas para aguantar el desvelo, eran tres y conmigo cuatro las personas decididas a vencer al mal.
Todo trascurría entre platicas llegaron las once de la noche, decidimos traer unas cervezas para agarrar valor así fue, fui por ellas y se las ofrecí llevando al refrigerador las sobrantes, cabe hacer mención que el cartón es de 24 por lo que metí las veinte restantes, y me reuní con ellos en la sala.
De pronto se escucho un estruendo seguida de una carcajada, todos saltamos para abrazarnos no comprendíamos que había sucedido y juntos con pavos nos dirigimos a la cocina, encontrando el refrigerador volteado y todas las botellas rotas por el impacto, en eso los focos se apagaron y un frió intenso se dejo sentir, por lo que salimos disparados hacia el exterior, sin parar de correr.
Al llegar a la calle Comonfort fuimos interceptados por una patrulla policial que nos cuestionaba por que corríamos, si habíamos cometido un delito nosotros le contamos nuestra experiencia pidiéndole nos acompañara, el nos miraba y solo se limito a decir que el, con, muertos o fantasmas no luchaba y se alejo.
Esta experiencia es real de acuerdo a los numerosos testimonios de vecinos que así lo confirman a nuestro medio informativo, quien ya esta tramitando un permiso especial ante la dueña de esta vivienda, para llevar a cabo un trabajo directo en el lugar de los hechos, agradeciendo la confianza depositada en nosotros, por nuestros lectores.
