El subsecretario de Ingresos de Hacienda, Miguel Messmacher, descartó dar marcha atrás a la nueva política de precios de las gasolinas y más estímulos fiscales a los consumidores, al afirmar que ya entró en vigor y que el gobierno no debe apoyar el consumo de combustibles fósiles.
Ante corresponsales extranjeros, reconoció que el incremento a los precios de las gasolinas es una medida impopular que genera malestar social, pero defendió el ajuste con el argumento de que éste es una consecuencia del aumento de los precios internacionales del petróleo, no del impuesto aplicado en México.
Explicó que los precios de las gasolinas al consumidor final deben reflejar el costo de producción, entre ellos el de los insumos, para evitar distorsiones y rezagos, como el que generó el sistema de bandas, y luego aumentos abruptos, como el de enero.
Detalló que el sistema de bandas que se implementó el año pasado para que los precios domésticos de las gasolinas se movieran hacia arriba o abajo en línea con sus referencias internacionales, pero topados a 3.0%, propició un rezago y, en consecuencia, un ajuste mayor a partir de 2017.
Dijo que no se otorgarán estímulos fiscales adicionales a los que ya se otorgan a algunos sectores para disminuir el impacto del alza en los precios de las gasolinas, pero hizo notar que varios de los que están en marcha son importantes.
Destacó, por ejemplo, los programas de apoyo a los pobres, que se ajustarán automáticamente en caso de que el incremento a los precios de las gasolinas genere presiones inflacionarias.