NEOLIBERALISMO, TLCAN, EMPLEO Y CRISIS SOCIAL EN AMÉRICA
La etapa neoliberal que dio inicio hace 35 años en nuestro país, tuvo su antecedente más violento y vergonzoso en América Latina con el golpe de estado pinochetista en el hermano país de Chile, que pronto fue seguido de otros golpes militares en otros países de Centro y Sudamérica, con la promoción, cobertura económica y militar del imperialismo norteamericano.
En México, la imposición fue más sutil y elaborada, ya que se valió de las Universidades norteamericanas y sus academias militares en Latinoamérica bajo el control ideológico de Washington para formar varias generaciones de egresados militares y civiles identificados plenamente con el sistema de vida norteamericano y su visión de dominio. Estos fueron el caballo de Troya que desde adentro del Estado diseñaron una estrategia entreguista de la banca, los ferrocarriles, la educación y las empresas estratégicas del país, para avanzar finalmente con la ayuda del ejército y la complicidad de los jerarcas de la iglesia católica, a consolidar sus “conquistas” imponiendo a espaldas del pueblo sus (contra) reformas en todos esos sectores, incluyendo la laboral para blindar su aplicación y reforzar el control estatal sobre los trabajadores.
La respuesta del pueblo no se hizo esperar y Latinoamérica vivió el resurgir de las luchas democráticas para revertir esos gobiernos golpistas, bajo la mirada inspiradora de la revolución cubana, y así pudimos ver el esbozo de gobiernos democráticos en Nicaragua, Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile y finalmente en Bolivia, Ecuador y Venezuela; en México: el movimiento estudiantil de 1968 y las luchas populares y democráticas que desembocaron en el alzamiento zapatista (1994), que lleva el germen de un mundo nuevo en nuestro territorio.
Un avance importante de la solidaridad latinoamericana de esta época fue la integración de la Alianza Bolivariana para América (ALBA, 2004), que actualmente lo integran 12 naciones soberanas de Latinoamérica y el Caribe, y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC, 2010), integrada por 33 países.
El imperio no podía permitir que en su traspatio se avanzara en una dirección opuesta a la que ellos impulsan y radicalizaron su estrategia de control, desenmascarando su fingida defensa de la democracia y apoyándose en las fuerzas más conservadoras de los propios países, han impulsado golpes “blandos” de estado contra los pueblos latinoamericanos y así han derrumbado los gobiernos democráticos de Honduras, Argentina y Brasil, intentando la desestabilización de Bolivia, Ecuador y recientemente con mayor inquina sobre Venezuela. En nuestro país, mediante fraudes electorales que han permitido la aplicación de las contrarreformas y la guerra contra el narcotráfico, que es una guerra disfrazada contra el pueblo para impedir su organización y movilización en busca de una opción democrática. Un intento de subordinar totalmente a Latinoamérica fue la creación de la Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), que inició con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN, entre México, EUA y Canadá).
¿Qué significo para México y sus trabajadores el ingreso al TLCAN?
El TLCAN solamente vino a acelerar un proceso que obedece a leyes del sistema capitalista, mismo que tiene su fundamento en la cada vez mayor explotación de quienes trabajan y de las riquezas naturales de nuestro país, que están devastando, ofertando la mano de obra más barata, aumentando la desigualdad social y propiciando que México cuente con varios de los hombres más ricos del mundo al concentrar la riqueza en pocas personas y profundizar la crisis social que corre en paralelo con la pérdida de la calidad de vida de los mexicanos, manifiesta en el desempleo, la emigración, la inseguridad galopante, la profundización de la dependencia del país y la ya evidente pérdida de soberanía.
El rápido análisis de lo ocurrido en los más de 40 años de la etapa neoliberal en América Latina, se puede ver claramente que ha habido épocas de avance y épocas de retroceso de las luchas del pueblo por su total liberación y que actualmente estamos en una particularmente difícil dada la agresividad militar y ceguera política del país imperial con el que estamos geográficamente vinculados, situación que además se ve agravada en el aspecto ambiental por la limitación de los recursos naturales disponibles que nos enfrenta a una lucha decidida por la paz mundial, a la defensa de las conquistas más legitimas de los pueblos empezando por su soberanía y autodeterminación y avanzar con más determinación en la integración política, económica y cultural de los pueblos de América.