La economía de América Latina se está desacelerando y en este escenario a los jóvenes no les “pinta” bien el 2017, advierte un informe conjunto de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), y de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
“Los jóvenes latinoamericanos no tienen buenas perspectivas de empleo. Las dificultades que los jóvenes enfrentan en su transición al empleo son importantes, en particular”, alerta el documento “Perspectivas económicas de América Latina 2017: juventud, competencias y emprendimiento”, publicado por ambas instituciones.
El informe, en el que también participó el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), señala que en países como México, Argentina, Brasil y Paraguay, alrededor del 60% de los jóvenes que trabajan en un empleo informal lo seguirán desempeñando un año después, mientras que menos del 30% tendrá la oportunidad de cambiarse a un empleo formal.
De manera similar, alrededor del 70% de quienes trabajan en un empleo formal seguirán en ese sector un año después y sólo alrededor de 5% se cambiarán a un empleo informal.
Los jóvenes de entre 15 y 29 años en América Latina y el Caribe suman más de 163 millones, el equivalente a una cuarta parte de la población total de la región.
De acuerdo con los datos más recientes de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI, en México existen 30 millones 425 mil jóvenes entre los 18 y los 24 años de edad, cantidad que representa 25% del total de población en el país y 19% respecto del total de jóvenes en Latinoamérica.
“La falta de buenas oportunidades de empleo es uno de los factores más importantes que impiden la inclusión de los jóvenes en la sociedad. Los trabajos que los jóvenes tienen en América Latina son, en general, menos productivos, más inseguros y de menor salario que los de los jóvenes en los países de la OCDE”, señala el estudio.