MÉXICO, UNO DE LOS POCOS PAÍSES EN LOS CUALES SER POLÍTICO Y GRACIAS A ELLO HACERSE MILLONARIO ES ALGO PERMITIDO; LOS POLÍTICOS PIENSAN QUE LAS FAMILIAS NO MERECEN MÁS DE SEIS MIL PESOS AL MES PARA VIVIR, MIENTRAS ELLOS SE VUELVEN MULTIMILLONARIOS.
La anarquía que se vive en México es alarmante en cuanto a la fortuna que consiguen algunos políticos con el desempeño de su cargo.
Guanajuato no podría ser la excepción, casos de esta situación es de todos conocido.
El impacto que tiene la corrupción viene a agravar cada vez más la frágil economía de los presupuestos de los ciudadanos, mientras para una familia trabajadora normal el cubrir los gastos necesarios para poder cumplir los gastos necesarios de una quincena, como lo es comida, transporte, electricidad y etcétera, es una hazaña, para algunos de los políticos es lo que menos les interesa.
Si tan solo hiciéramos cuentas de cuantas miles de familias tienen que vivir prácticamente en la miseria por cada familia de político que vive en la total opulencia y descaro por el exceso de recursos económicos, los resultados serían escandalosos.
La voracidad de la clase política se ha agravado a tal forma, que en algunos de los casos, algunos políticos se pelean con otros reclamándose “cuál de ellos es el menos ladrón”, esto lo vemos a diario en las noticias, unos contra otros peleándose y justificándose en que el otro político es más transa.
Triste realidad para un pueblo sumido en pocas oportunidades de trabajo y empleos generalmente mal pagados.
El problema en México no es la falta de recursos económicos, el problema es la mala administración de algunos de los políticos en las cuestiones económicas de dinero del pueblo, y el continuo saqueo de esos recursos públicos para el beneficio personal.
Hay claro está, políticos decentes que viven en la honrosa medianía que proporciona la retribución que la ley haya señalado, tal y como lo decía el benemérito de las américas Benito Juárez en el año de 1852 que debería ser.
Desafortunadamente la constante, es que esta frase no se cumple, no hace falta ir más lejos, en la Ciudad de Salamanca, Guanajuato, encontrar políticos decentes y más aún administradores municipales confiables es tan difícil como encontrar una aguja en un pajar.
Lejos de ser una virtud, pareciera ser que aquél político que más recursos económicos puede desviar del municipio es el político más inteligente.
Mientras tanto una inmensa mayoría de la población lucha por sobrevivir económicamente en un país que lo tiene todo, extensos recursos naturales, mar en dos lados de su extenso territorio y en general, vastas formas de salir adelante.
El problema sigue siendo el descarado afán de saquear y las justificaciones de los políticos, como olvidar aquella frase de que con 6 mil pesos mensuales una familia puede pagar colegiatura, crédito hipotecario y comida, cuando con esa cantidad difícilmente alcanza para sobrevivir para digamos, una familia de cuatro personas.
Mientras no exista una verdadera conciencia política, todo continuará igual o peor de cómo están las cosas, asesinatos, robos y delincuencia a todo lo que da, pero eso sí, con flamantes millonarios administración tras administración municipal.
“Cuando el político roba es porque el pueblo calla”.
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