HOMICIDIOS Y MÁS HOMICIDIOS, SALAMANCA ESTÁ CADA VEZ MÁS VIOLENTO; ¿DEBE EL ALCALDE ANTONIO ARREDONDO SOLICITAR SU RENUNCIA?
Los homicidios en la Ciudad de Salamanca en el central estado de Guanajuato pasaron a ser cosas de todos los días.
A escasas cuadras de la presidencia municipal en la zona centro, fueron balaceados un par de personas el día de ayer.
Es claro, que sin ir más lejos, desde que el alcalde Arredondo tomó las riendas del municipio, Salamanca en el estado de Guanajuato se convirtió en un lugar muy peligroso para vivir.
Los habitantes se encuentran además de alarmados, molestos con la inseguridad que se vive, el problema avanza cada vez más y las personas comienzan a tener miedo hasta de salir de sus casas.
El munícipe Arredondo no ha salido a dar por lo menos una explicación dirigida a la ciudadanía y demuestra lo poco que le interesa la situación.
Tratando de generar culpas ajenas, le reclama al Procurador estatal de la Procuraduría de Justicia del estado de Guanajuato, Licenciado Zamarripa, que investigue los crímenes, cuando es evidente que es el propio alcalde quien simplemente no puede controlar la violencia que se ha desatado en su municipio.
La pregunta obligada es, ¿debe renunciar el alcalde Antonio Arredondo para dejar que otra persona con capacidades suficientes puede resolver el problema?, o debe seguir sufriendo la ciudadanía salmantina de la incontenible escalada de violencia hasta que el alcalde culmine su periodo electivo.
Tan solo hace unas semanas, pretendiendo ensalzar el crecimiento económico, el propio alcalde Arredondo señalaba que Salamanca estaba en los ojos del mundo ante un representante del Gobernador del estado de Guanajuato, Miguel Márquez Márquez.
Muy posiblemente tenga razón, pero en el sentido que desafortunadamente la tranquila ciudad de Salamanca en Guanajuato, dejó de ser un lugar apacible y pacífico,
esto en menos de un trienio, y Salamanca está en la lupa por haber dado un giro de la gobernabilidad a la violencia en un corto tiempo.
No necesitó Arredondo culminar sus tres años de gobierno para convertir a Salamanca en una ciudad de alto riesgo para sus afligidos habitantes y convertirse en el presidente municipal más impopular del cual los salmantinos tengan memoria.
El manejo inadecuado de la inseguridad está matando salmantinos cada vez con más frecuencia, y eso, no puede tener justificación.
“La ineptitud de los políticos, la paga el pueblo”.
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