- Usuarios dijeron que además de duplicar el cobro, mantuvieron una actitud altanera y agresiva.
- Usuarios pidieron mayor vigilancia de autoridades competentes.
De poco sirvieron los operativos de vigilancia hacia el servicio público de alquiler mejor conocido como taxi en el municipio, ya que los trabajadores del volante hicieron de las suyas, ya que no desaprovecharon la oportunidad de aprovecharse de las familias que necesitaron de este servicio de transporte la “noche vieja”, duplicando más del doble las tarifas acostumbradas, al imponer cobros de hasta $85.00 pesos por un servicio en la mancha urbana.
Usuarios del transporte así lo denunciaron indicando que lo más criticable, no solo fue el abuso al cobrar, sino la actitud prepotente y hasta intimidante que mantuvieron algunos trabajadores del volante.
Algunos de los afectados como fue el caso de la señora Consuelo, una persona de la tercera edad, compartió su experiencia para denunciar, también para exigir a las autoridades competentes que “esto es lo que deben de vigilar” y para enterar y advertir a los usuarios del transporte público taxi, tomen precauciones, ya que en su caso que desafortunadamente no puede sustentar con el número económico de la unidad por varios factores entre ellos sus limitantes físicas.
Señaló que al tratar de abordar antes de las 10 de la noche una unidad para dirigirse al domicilio de uno de sus hijos, hizo la parada en calles de cetro de la ciudad a una unidad que curiosamente metros antes no había subido a una pareja que también buscaba transportarse, lo cierto es que, al detenerse a su señal para solicitar su servicio se detuvo, sin embargo, al abrir la puerta y antes que subiera, el chofer le preguntó con actitud prepotente hacia dónde se dirigía y al decirle que a una colonia del sur de la ciudad, de inmediato le dijo con voz intimidante que el precio era de $70 pesos y que era barato porque todos estaban cobrando entre $75 y $80 pesos.
La señora mayor comentó que aunque tenía la necesidad, de momento aunque se le hizo caro, la desalentó más la actitud del conductor, situación por la que optó no subir a la unidad, decidiendo espera otra unidad y después de confirmar en una segunda unidad, el precio de $75.00 pesos, y cuando estaba a punto de desistir, hizo un tercer intento con un conductor que le dio mayor confianza, el cual le ofreció transportarla por la cantidad de $50 pesos.
Experiencia que al compartir para orientar a los usuarios pero también para denunciar públicamente el abuso arbitrario que no solo ésta noche, sino de manera frecuente pudieran estar incurriendo trabajadores del volante, aprovechando la necesidad de la población por este tipo de transporte, por lo que apremió a las autoridades del transporte público en Salamanca, para que redoblen la vigilancia y en este tipo de cuestiones sí estén muy atentos y tomen cartas en el asunto porque queda claro que no todo se concreta al abuso económico, sino al cuestionable desempeño de los taxistas.