Con información: El Financiero
Para evitar que se repitan casos de corrupción como el de Javier Duarte y Roberto Borge, el PRI no sólo blindará la selección de candidatos rumbo a 2018, sino que llamará a rendir cuentas a todos los funcionarios emanados de sus filas.
Servidores públicos de todos los niveles –municipal, estatal y federal– deberán atender los cuestionamientos de las nuevas comisiones de ética del partido, las cuales recibirán las denuncias por corrupción y violación al Código de Ética o iniciará expedientes de oficio ante la sospecha de cualquier falta.
Las reformas a los documentos básicos que aprobó la XXII Asamblea Nacional y que fueron reconocidas por el presidente Enrique Peña Nieto, precisan los deberes éticos de los militantes o los candidatos externos que sean postulados por el tricolor, lo que incluye evitar abusos de poder, la correcta administración de los recursos, denunciar cualquier delito, falta, omisión o conducta en contra del partido o de las instituciones públicas, y contribuir con buena fama pública.
A través de las nuevas comisiones de ética, que estarán vinculadas al Comité Ejecutivo Nacional (CEN) y a los Comités Directivos Estatales (CDE), se revisarán las denuncias en contra de los militantes del tricolor para elaborar un predictamen que en caso de ameritar una sanción mayor se deberá remitirá a la Comisión Nacional de Justicia Partidaria.
“Cuando existan pruebas fehacientes o elementos suficientes sobre la realización de conductas contrarias al Código, las comisiones actuando de oficio o a petición de parte de algún o alguna militante, podrán investigar a las y los dirigentes, miembros, militantes, cuadros, precandidatos o precandidatas, candidatos o candidatas, representantes populares, las y los servidores públicos emanados del partido”, precisa el artículo 25 del Código de Ética.
Las nuevas medidas del PRI para abatir el problema de la corrupción entre los militantes establece el procedimiento de rendición de cuentas, mediante el cual las comisiones de ética –por oficio o denuncia– llamarán a comparecer a todos los servidores públicos emanados del partido de la administración pública municipal, estatal o federal.
“Mandos medios, superiores y de elección popular, emergidas del partido, para que informen de su gestión y desempeño, ante presuntas violaciones a los principios y deberes éticos consagrados en el Código”, establece el artículo 30.
El Código de Ética del PRI también considera un nuevo procedimiento para la afiliación y reafiliación de militantes, que se tramitará ante la Secretaría de Organización del CEN o de los CDE, pero las solicitudes también las evaluarán las comisiones de ética, para garantizar que cumplan con los principios del partido.
Aunque el tricolor abre las puertas a que se reafilien priistas que anteriormente hayan dejado las filas del partido, condiciona que no hayan sido expulsados.