La alcaldesa de Oakland ha advertido a los habitantes sobre redadas a gran escala realizadas por agentes migratorios en el Área de la Bahía de San Francisco, en un nuevo desarrollo que exacerba las tensiones entre funcionarios de California y el gobierno federal.
La rara alerta que emitió la alcaldesa Libby Schaaf el fin de semana se da tras haber sido criticada por permitir que la policía de Oakland dirigiera el tránsito durante un operativo del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas efectuado en agosto.
Desde entonces, Schaaf, una demócrata que busca la reelección este año, ha estado tratando de demostrar su apoyo hacia la comunidad inmigrante.
La funcionaria dijo que es su “deber y obligación moral” alertar a las familias. Pero sus detractores afirman que su advertencia muy probablemente generó pánico.
California es un “estado santuario” que limita su cooperación con las autoridades federales de inmigración.
Un portavoz de la alcaldesa no ha respondido a una solicitud de comentario hecha el lunes.