El medioambiente, equilibrio, justicia y paz
Alberto De la Torre Gleason
La obra de la justicia será paz, y el servicio de la justicia,
tranquilidad y confianza para siempre.
Isaías 32:17
La naturaleza es el más claro ejemplo de equilibrio, siendo así la formadora de vida, es decir, solo en condiciones apropiadas, bien equilibradas de temperatura, presión y otras variables físico-químicas es que puede desarrollarse el fenómeno conocido como vida, que tomando los elementos del medio inerte o inanimado (sin vida), logra el milagro al conformar especies animadas (con vida).
Hacemos referencia al equilibrio pues es el elemento primordial para el buen funcionamiento de todo el medioambiente, ya que al romperlo ocurren desajustes que ponen en peligro todo un ecosistema; por ejemplo, eliminar una especie animal que cumple la función de un depredador principal de un bosque, como es el caso de los lobos, desemboca en la alteración de la cadena trófica primordial y en consecuencia ocurre la degradación y hasta la desaparición del bosque.
El romper el equilibrio en la naturaleza es equivalente a violentar el sistema, es decir, el equilibrio es símil de paz y el no equilibrio de violencia.
Ahora bien, sabiendo que el hombre como especie es el principal responsable de violentar los equilibrios naturales, hasta llevar en este siglo XXI a poner en peligro la vida del planeta con sus acciones equivocadas, siendo estas no solo guerras sino también la sobreexplotación de recursos naturales y humanos, con la acompañada contaminación por el
actual sistema de producción y consumo. Entonces debemos entender que existe un desequilibrio de origen en el ser humano y las sociedades que conforma, siendo evidentes los resultados en su mayoría negativos.
Este desequilibrio en el ser humano surge por violar las propias leyes naturales que dieron origen y sostienen la vida, que están evidentes en todos los procesos y que también aplican al ámbito social en el que el hombre se desenvuelve. Entonces la ecuación empieza a tener relación y sentido, si el hombre pierde el equilibrio y es éste el principal ser que impacta el medioambiente natural, en consecuencia, éste último también está desequilibrado.
La violencia es el principal indicador de un sistema o sociedad en desequilibrio; México y en general todos los países somos testigos del desafortunado avance de este mal, pero, debemos preguntarnos: ¿Cómo se ha originado toda esta violencia?, porque no surgió de la nada. Tarde que temprano comprenderemos que, a mayor justicia, existe más equidad (equilibrio) y la paz se convierte en el principal indicador, todo lo anterior podemos englobarlo en el concepto bien común. En sentido inverso, a menor justicia, menos equidad y entonces surge la violencia (desequilibrio).
El Papa Francisco describe el bien común en el apartado número 157 de su encíclica Laudato Si’ i de la manera siguiente:
“El bien común presupone el respeto a la persona humana en cuanto tal, con derechos básicos e inalienables ordenados a su desarrollo integral. También reclama el bienestar social y el desarrollo de los diversos grupos intermedios, aplicando el principio de la subsidiariedad. Entre ellos destaca especialmente la familia, como la célula básica de la sociedad. Finalmente, el bien común requiere la paz social, es decir, la estabilidad y seguridad de un cierto orden, que no se produce sin una atención particular a la justicia distributiva, cuya violación siempre genera violencia. Toda la sociedad –y en ella, de manera especial el Estado– tiene la obligación de defender y promover el bien común.”
No en vano también La Carta de la Tierraii en su cuarto eje titulado Democracia, no violencia y paz, inciso f nos invita a:
“Reconocer que la paz es la integridad creada por relaciones correctas con uno mismo, otras personas, otras culturas, otras formas de vida, la Tierra y con el todo más grande, del cual somos parte”.
i Laudato Si’ Sobre el cuidado de la casa común. Consulta en línea: http://w2.vatican.va/content/francesco/es/encyclicals/documents/papa-francesco_20150524_enciclica-laudato-si.html ii Consulta en línea: http://earthcharter.org/invent/images/uploads/echarter_spanish.pdf
