La taurina, un ingrediente clave de las bebidas energéticas, podría estar exacerbando algunos de los efectos negativos del consumo excesivo de alcohol, según un nuevo estudio colaborativo entre la Universidad de Portsmouth (Reino Unido) y la Universidad Federal de Santa María (Brasil).
«Muchas personas mezclan bebidas energéticas con alcohol para contrarrestar la naturaleza sedante del alcohol, engañándoles para que se sientan más despiertos y menos ebrios de lo que realmente están», indican los investigadores, quienes probaron los efectos de la taurina mezclada con el alcohol en peces cebra, con el objetivo de evaluar sus respuestas al miedo y a diferentes situaciones sociales.
«Los efectos de mezclar alcohol y bebidas energéticas aún no se han establecido. Este estudio es el primero en demostrar que los dos juntos pueden estar exacerbando algunos de los efectos negativos de las borracheras, es decir, la reducción del miedo y los problemas en la comunicación social en estado de ebriedad, que aumentan, en general, el riesgo de enfrentamientos, violencia y participación en conductas de riesgo», detalla el coautor del estudio, el doctor Matt Parker, de la Universidad de Portsmouth.
En el estudio, publicado en la revista ‘Journal of Psychiatric Research’, los investigadores probaron cómo la taurina y el alcohol, en volúmenes que reflejan niveles que inducirían una intoxicación humana moderada, afectaron el comportamiento de 192 peces cebra. Los dividieron en bancos de peces y los expusieron a agua pura, taurina y alcohol por separado o taurina y alcohol durante una hora.
Sus comportamientos fueron analizados en diferentes intervalos de tiempo a 0-5 minutos, 30-35 minutos y 55-60 minutos. Los peces también fueron probados por sus respuestas similares a las del miedo a un depredador, al dividir el tanque en cuatro áreas, con el área más alejada utilizada para imitar a un pez depredador.
Los peces que estuvieron expuestos tanto al alcohol como a la taurina tuvieron menos interacciones con otros peces en el banco de peces, en comparación con aquellos expuestos solo al agua o solo al alcohol. Estos peces también mostraron un comportamiento más «arriesgado», pasando más tiempo en la zona de depredadores que otros grupos.
«Encontramos que la adición a la taurina parece exacerbar el riesgo en el pez cebra, así como reducir su cohesión social. En conjunto, estos datos parecen sugerir que la mezcla de alcohol y taurina podría ser un factor en el aumento de algunos de los efectos negativos del alcohol. Las personas deben ser conscientes de que beber bebidas energéticas en combinación con el alcohol puede perjudicar su juicio, y debe hacerlo con precaución», concluye Parker.