«Tlalticpac toquitchin tiez»
(La Tierra será como sean sus hombres)
Proverbio náhuatl
Los orígenes de la ecología
Guillermo Alejandro Ramírez Carmona [1]
Las referencias a temas como la contaminación medioambiental, la destrucción de los medios naturales o el peligro de la desaparición de numerosas especies animales o vegetales son frecuentes en nuestros días (texto de especialistas de más o menos 1970); todos estos hechos y su estudio competen a una ciencia: la Ecología.
Se tratarán algunos planteamientos de esta disciplina científica, que se ocupa del funcionamiento de la Naturaleza a un nivel superindividual.
Se cree que la ecología es una disciplina relativamente reciente, pero se ha convertido en una rama independiente dentro de las ciencias biológicas. Pero esta premisa es falsa.
La Ecología tiene más de cien años. Este concepto fue introducido en las ciencias de la vida por un zoólogo alemán, Ernst Haeckel en 1866, quien describió algo en lo cual ya había interés desde hacía de más de un siglo: las relaciones entre los seres vivos y su medioambiente.
Este zoólogo se preocupó en primer lugar por los animales, pero comprendió que las plantas participaban igualmente en estas relaciones, y que el hombre como todos los demás seres vivos dependía también del medio, y que no cambiará.
Si la ecología aparece ahora como una ciencia moderna se debe a que en el curso de la década de los 60’s del siglo pasado se reconoció su importancia, así como las consecuencias de la perturbación producida por el desarrollo moderno en las relaciones de que se ocupa: la contaminación atmosférica, la de las aguas, el suelo, etc.
Estas perturbaciones remiten, en definitiva, a materias ecológicas. Durante cincuenta años, las advertencias de los ecologistas no han sido tomadas en cuenta: el público no estaba maduro para advertir las consecuencias de un desarrollo malsano en este dominio *.
La ecología consta de tres ramas puesto que se descubre la relación existente entre los animales y lo mismo entre las plantas y obliga a ser dividida, a saber:
– La autoecología que se ocupa de las relaciones de un ser vivo aislado con su medio, por ejemplo, de un solo animal con todo lo que le rodea,
– La demoecología, o ecología de las poblaciones, que se ocupa del conjunto de una determinada población animal o vegetal con relación a su medio físico y con otras poblaciones, incluida la humana y,
– La tercera rama es la de la sinecología, que se ocupa del conjunto de los seres vivos que pueblan determinado lugar: un bosque, un lago…
En un bosque, por ejemplo, las plantas verdes utilizan de dióxido de carbono de la atmósfera y la energía de la luz para fabricar sustancias orgánicas; ciertos animales viven de esas plantas…; otros, así como muchas bacterias, se nutren de las partes muertas de esas plantas y de esos animales, y en el extremo de la cadena se encuentra el hombre, que aprovecha lo que el bosque produce.
Otro profesor alemán, Heinz Ellenberg se apasionó por la ecología vegetal. Terminada la II Guerra Mundial tuvo la oportunidad de familiarizarse con los aspectos ecológicos de la agricultura y la fruticultura. Desarrolló a partir de planificaciones ecológicas, algunos procedimientos de distribución parcelaria.
La ecología experimental fue especialmente atendida como una rama de la Ecología. Por esta época se iniciaba en Alemania el Proyecto Solling, encuadrado en el Programa Biológico Internacional y el profesor Ellenberg tuvo la oportunidad de organizar este programa interdisciplinario.
Realizó numerosas expediciones de duración más o menos larga a América del Sur, Asia Menor, África del Sur, Japón y todos los países de Europa, lo que le dio una visión más amplia.
El Programa Biológico Internacional tiene relación con el Club de Roma, forma parte de las Escuelas Asociadas de la UNESCO y el movimiento europeo del 68; estas experiencias e información fueron conformando los criterios para estructurar La Carta de la Tierra a finales del siglo XX.
En el parque nacional Solling tienen unas instalaciones en las cuales la educación impartida se basa en la certeza de que el ser humano es la unidad “cabeza, corazón y mano de obra”; se enseñan competencias con el fin de despertar la alegría por el conocimiento, para realizarse con sentido de responsabilidad hacia la comunidad. Importantes son los valores como la disposición a la ayuda, la consideración, responsabilidad, tolerancia y acción auto determinada. La confianza mutua es la base para una comunidad sana. Asimismo, están vinculados con los Derechos Humanos.
El campo de aplicación del Programa Biológico Internacional, son las especies silvestres, los ecosistemas y como concepto básico está la gobernanza.
No olvidemos que las condiciones fisicoquímicas que posibilitan la vida sobre la Tierra solamente se dan en una porción restringida, apenas en una delgada capa de aire, agua y tierra; en efecto la biósfera apenas rebasa en la atmósfera los 5, 000 metros sobre el nivel del mar, y en los océanos supera raramente los 3,300 metros de profundidad. Por lo que se refiere a los continentes, salvo en el caso de algunas simas o de ciertos pozos de minas, la parte utilizable por los seres vivos alcanza en el mejor de los casos, unos pocos metros.
* Actualmente la situación es similar.
[1] Miembro del Observatorio Ambiental Ciudadano Biósfera.