El medioambiente y algunos sentimientos
Por: Guillermo Alejandro Ramírez Carmona
La vanidad (que mas bien tiene una connotación negativa), es uno de los sentimientos que se manifiestan en los seres humanos y se exhiben más en ciertos lugares, tiempos y ocasiones. Existen diferentes tipos de vanidad como el amor, la belleza, las mujeres, la república de las letras, la de adquirir nombre inseparable de los literatos, la de las letras mayor que la de las armas, en la ciencia de hacer justicia, en la sangre, en la historia de que se sirve la nobleza y de hace algunas décadas a la actualidad se ha recrudecido el sentimiento de la avaricia.
El manejo o el control de los sentimientos negativos es una actitud muy notable de los ciudadanos salmantinos y debemos tomar en cuenta que ya tenemos enfrente una situación grave y hay muchos que ya la están viviendo.
El amor se pone en primer lugar porque poco se aplica este sentimiento para convivir con la gente y con la naturaleza. En combinación con otros sentimientos y como se dijo en el primer párrafo es diferente en ciertos lugares, tiempos y ocasiones. El caso es que, por este sentimiento, no se tienen los logros que necesitamos en la materia.
En cuanto a la belleza se puede decir que algunas circunstancias nos han llevado a perder su valor, trocando vanidad por orgullo. Seguramente que siempre ha existido el orgullo por la belleza de: ciertos ritos, algunos dioses, la vestimenta, la presentación de algunos alimentos, etc. y quizá se llega a la arrogancia. Este sentimiento es importante por diversas razones, pero en este caso no debemos perder el orgullo por nuestro entorno natural, al que necesariamente hay que cuidar.
La cuestión con los sentimientos hacia la mujer, nos vulnera en la tarea de cuidar el medioambiente porque prescindimos de una sensibilidad diferente. Se sabe de las luchadoras contra las injusticias en donde toma parte el medio natural; simplemente, la mujer le da una calidad de lo que hace o crea y eso nos fortalece.
La vanidad por la república o lo que es lo mismo, pertenecer a ésta como miembro del pueblo, de las letras nos enajena y se miente, se cambian los conceptos y la ciudadanía se confunde. Quienes han accedido a la república desean decir muchas cosas, pero entonces no meditan y yerran. En el laberinto que se crea se pierde autoridad y ciudadanía.
Para cuánta gente representa una vanidad relacionarse con los que se precian de ser intelectuales para adquirir un nombre, más que para saber, es para la ostentación y no ayudan a nadie a resolver los problemas que urge su eliminación.
El sentimiento del orgullo de las personas por sus conocimientos y que deberían aportar mucho, ha sido entorpecido por siglos, con la actitud de los funcionarios en el poder. La ecología es una materia multidisciplinaria que requiere de la presencia de las personas mencionadas en párrafos arriba. Las personas que aportan los conocimientos, asustan por lo que dicen y la gran masa de ciudadanos queda en la ignorancia.
Es importante que quien se ha encumbrado deberá gobernar asignando correctamente las jerarquías, delegando funciones y así continuar el proceso hasta los ciudadanos. Por lo que todos debemos trabajar para el bien común y de esta forma la carga de trabajo no deberá ser agobiante.
El orgullo por el origen y conforme se iban puliendo los conceptos, el ser humano descubrió la invención maravillosa de la nobleza. El proceso a que se han sujetado varios países que están en desarrollo, ha sido la de anular ese orgullo, que empobrece nuestro espíritu. Es el caso de diversos aborígenes, etnias o de niveles económicos precarios (como sucede en nuestro país), que no luchan y optan por aniquilarse; sin embargo, hay muy buenos ejemplos de estos grupos que no flaquean y muestran su nobleza.
Entonces estimados conciudadanos, hagamos un examen de conciencia y contribuyamos a que nuestro Salamanca sea un lugar en donde al menos esté limpio, cuidado y veremos como se corrigen varias fallas de la sociedad, porque nuestra actitud pudiere facilitar la vida de personas que viven en el desamparo.
Nota: Para la elaboración de este artículo me basé en los conceptos de un libro titulado REFLEXIONES SOBRE LA VANIDAD DE LOS HOMBRES O DISCURSOS MORALES DE ELLA. (TOMO II). Con una Carta del mismo Autor sobre la fortuna. ESCRITAS EN PORTUGUES POR MATIAS AYRES RAMOS DA SILVA DE SÁ. TRADUCIDAS AL CASTELLANO POR DON JOSEPH DE PALACIO Y VIANA. CON PRIVILEGIO EN LA IMPRENTA REAL1787.
Comentario: Me permití tomar las ideas del mencionado libro para que quienes lean esto, sean conscientes de que venimos arrastrando y qué ante la confusión, el miedo, la desesperanza actual y demás sentimientos que anidan en nuestro cerebro y corazón, nos obliga a que pronto cambiemos.
