Está presente el último trimestre del año y continúa habiendo bajas en la industria comercial. Principalmente la de alimentos, se ha visto mayor afectada.
Restaurantes, bares, cadenas comerciales, han tenido que cerrar sus puertas al público por la violencia que aqueja a Salamanca.
El problema se ha extendido a un alto grado, que con el hecho de modificar horarios, no ha sido suficiente para frenar asaltos, robos a mano armada, extorsiones, incluso hasta balaceras en estos sitios, algunos de ellos, incluso muy representativos del municipios.
Las primeras manifestaciones de esta crisis, se presentaron con la baja de comensales, posteriormente la baja en las ventas, lo que incluía un deseso del personal que laboraba en los establecimientos, fracasando la supervivencia del local.
Durante los dos segundos trimestres del año, el municipio vivió con más crudeza la violencia y continúa en ascenso, sin embargo durante el periodo de Marzo a Septiembre, más de 30 locales en toda Salamanca han cerrado por la violencia.