En algunos estudios científicos se descubrió que tomar tés de frutas entre comidas puede hacer que la gente tenga 11 veces más probabilidades de sufrir daños en los dientes, lo cual nos deja pensando en lo que otras bebidas le hacen a tu dentadura.
De acuerdo con Claire Stevens, dentista del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido y presidenta de la Sociedad Británica de Odontopediatría, los dientes se enfrentan a dos amenazas como resultado de las bebidas que ingerimos: deterioro y erosión.
«Cada vez que consumimos bebidas con azúcar, las bacterias que viven en nuestra boca pueden utilizar el azúcar para producir ácidos, que disuelve los dientes y provoca deterioro dental», menciona.
El deterioro dental comienza en un punto localizado y puede hacer un agujero en el diente que entonces necesita rellenarse. En contraste, la erosión puede darse en la superficie completa del diente.
«La erosión dental es la pérdida permanente de un tejido en los dientes a causa del ácido. La principal fuente de ácidos proviene de las cosas que comemos y bebemos. Cuando el desgaste del diente se vuelve extremo, se reduce el tamaño del diente, lo cual es molesto y el tratamiento dental se vuelve necesario», explica Stevens.
Ahora que tachamos el té de frutas de nuestra lista de bebidas, le preguntamos a Stevens por lo que otras bebidas populares les hacen a nuestros dientes y descubrimos que podemos limitar los daños.
JUGOS DE FRUTAS Y SMOOTHIES
Los jugos de frutas y los smoothies se ofrecen como opciones saludables porque ayuda a completar la cuota de cinco al día, pero según Stevens, tenemos que cuidar nuestro consumo de bebidas que contengan azúcar y ácidos.
«La combinación hace que el esmalte de los dientes se suavice y si esto sucede con frecuencia, con el consumo regular de estas bebidas, el esmalte se daña», dice. «Con el tiempo, los dientes ven reducido su tamaño y son más susceptibles al deterioro. Mi recomendación es tomarlos con moderación y sólo a la hora de la comida. Los popotes ayudan porque hacen que el líquido pase por detrás de los dientes».
BEBIDAS GASEOSAS
En 2013, que son las cifras más recientes disponibles, casi el 31% de los niños de cinco años y el 46% de los niños de ocho años tenían deterioro dental y esto iba con frecuencia asociado al consumo de refrescos. Se recomienda que los niños de entre cuatro y seis años no tomen más de 19g de azúcar al día, pero algunos refrescos, como una lata normal de refresco de cola, contiene más que esto.
«Los refrescos no deben estar en la dieta de los niños pequeños», comenta Stevens. «A los niños más grandes o los adultos se les puede permitir como un antojo ocasional, con la comida, y en una toma única, para no estar tomándolo todo el día. Fríos y con popote ayudan a reducir el daño por erosión».
TÉ Y CAFÉ
Si se consumen sin azúcar, el té y el café no provocan daños porque no causan erosión, dice Stevens, pero eso no significa que no causen problemas.
«El té y el café manchan los dientes si se consumen con frecuencia. Los tés de frutas se consideran opciones sanas pero tienen que consumirse con cuidado ya que pueden ser ácidos y provocar erosión dental», afirma.
AGUA MINERALIZADA
El agua mineral no contiene azúcar asociada como otros refrescos, por lo que se considera una opción sana con pocas probabilidades de provocar daño dental.
Sin embargo, cualquier bebida gaseosa contiene ácido carbónico, que provoca erosión. Por esta razón, Steven dice que el agua mineral sólo debe consumirse ocasionalmente y durante las comidas.
VINO
Desafortunadamente, tanto el vino blanco como el tinto pueden dañar tus dientes. El vino tinto es peor porque los mancha, el vino blanco causa más erosión.
«El peor es el Prosecco, porque provoca erosión por las burbujas y por la combinación con vino blanco», agrega. «Por lo mismo, hay que tratar de consumirlo sólo a la hora de los alimentos».
¿COMO PROTEGER LOS DIENTES?
Para reducir el daño a los dientes, Stevens dice que es importante reducir el número de veces que consumimos alimentos y bebidas azucaradas durante el día, y evitar ‘picar’ porque no permitimos que la boca se recupere de los golpes de azúcar. Es mejor tomar una lata de refresco con la comida que a traguitos durante todo el día. Recomienda también cepillarse los dientes dos veces al día con una pasta con fluoruro y usar popote para evitar el contacto con los dientes, pero hay que evitar usar popotes de plástico, busca alternativas de otros materiales.
«Para los niños pequeños, cuyo esmalte es más delgado, sólo la leche y el agua son bebidas seguras entre comidas», finaliza.