Es el momento de la clase trabajadora de México
Por: Manuel De la Torre Rivera
A poco más de 150 años de que apareciera la publicación del primer tomo de El Capital de la autoría de Carlos Marx, obra que dotó a la clase trabajadora del conocimiento científico del papel fundamental que ocupa en la generación de la riqueza y que en nuestro país, como ocurre en todo el mundo dominado por este sistema de explotación, la riqueza generada se concentra mayormente en el 10% de la población que hace un uso dispendioso de ella, mientras el restante 90% recibe proporcionalmente una menor parte que no le permite disfrutar de una calidad de vida digna.
Una vida digna significa que el trabajador reciba un salario que le permita acceder a los satisfactores para estar sano, tener acceso a la educación y la cultura, así como disponer de tiempo y energía para dedicarla al ocio y al cuidado del bienestar de toda la comunidad; todo esto es posible si hay un reparto equitativo de la riqueza y se tiene acceso a los derechos que otorga la constitución política del país, así como el derecho internacional.
A lo largo de los pasados 30 años la capacidad adquisitiva de los trabajadores mexicanos ha caído 80 por ciento, evidencian con claridad investigaciones recientes, como la efectuada a principios de 2018 por el Centro de Análisis Multidisciplinario dependiente de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México.
¿Cómo fue posible que ocurriera todo esto?, la explicación está en el hecho que la alta burguesía internacional al darse cuenta de que se estaba cumpliendo una de las leyes del capitalismo definidas por Marx como Ley de la tasa decreciente
de ganancia, como medida compensatoria impulsaron el proyecto neoliberal en el mundo, caracterizado por un aumento de la explotación de los recursos naturales y del hombre y aumentaron como nunca la explotación minera y petrolera causando grave daño al medio ambiente y provocando problemas planetarios como el calentamiento global y el cambio climático, a la vez que congelaron los salarios de los trabajadores del mundo y afectaron sus prestaciones de jubilación y los servicios médicos, entre otros. A esta etapa se le ha llamado capitalismo salvaje, porque afecta profundamente la vida y la convivencia humana.
¿Y dónde estaban los trabajadores para defender sus derechos?
A pesar que la ética sustentada en los hallazgos de Marx les da a los trabajadores el derecho a defender lo que legítimamente les pertenece y el artículo 123 constitucional establece el derecho al trabajo que se reglamenta en la Ley Federal del Trabajo, el estado mexicano de acuerdo con la burguesía nacional intervinieron en el sindicalismo para servir a sus intereses y mantener los contratos colectivos de protección patronal firmados a espaldas de los trabajadores que prácticamente nulificaron el derecho a huelga y otros derechos laborales y sociales al impedir la aplicación del Convenio 98 que forma parte de los cinco convenios fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El triunfo popular en las elecciones de julio pasado, cierra un ciclo de 50 años de luchas populares que se iniciaron en 1968 y abre posibilidades para lograr cambios en la agenda nacional, no sólo en el ámbito del Poder Ejecutivo Federal, sino también de manera particular al Poder Legislativo. Se trata de la ratificación por parte del Senado de la República del veterano Convenio 98 de la OIT, relativo a la libertad sindical y al fortalecimiento de la contratación colectiva, lo cual ocurrió el pasado 20 de septiembre.
La importancia de la ratificación del Convenio 98 de la OIT, la subrayó Arturo Alcalde Justiniani (La Jornada, 01 de septiembre del 2018) en los siguientes términos: “Este histórico Senado tiene ahora en sus manos la posibilidad de concluir este proceso de ratificación por las múltiples razones que justifican esta añeja petición. Entre ellas tres: la primera, es su congruencia e íntima vinculación con la reforma al artículo 123 de nuestra Carta Magna de febrero de 2017, en donde se elevó a rango constitucional la negociación colectiva y se establecieron reglas para
su fortalecimiento, entre ellas, que su creación inicial o firma debería ser apoyada por los trabajadores mediante el voto personal, libre y secreto”
Este hecho abre las posibilidades de éxito a luchas sindicalistas democráticas que transformarían profundamente el panorama laboral del país, pero para ello hace falta que los trabajadores se decidan a defender sus derechos laborales y sociales mediante luchas democráticas en un nuevo marco jurídico propicio, sería la mejor forma de honrar la memoria del principal defensor de los trabajadores, Carlos Marx, a doscientos años de su nacimiento, quien en un día glorioso proclamó: Trabajadores del mundo, uníos.
EL GRAN LIDER ARABE LIBERAL LLAMADO YASER ARAFAT. En su juventud fue Ingeniero Civil egresado con Maestría de la Universidad de Oxford. Allí en Inglaterra ingresó al equipo petrolero del Barón, Doctor David de Rothschild y enviado a su tierra Arabia Saudita como jefe del área civil en la construcción y mantenimiento de las refinerías B.P. propiedad de la familia judía Rothschild . A los 34 años ya multimillonario se independizo y dedico a la política. Fue el creador de la OLP y Presidente de Palestina.