Por: San Agustín
“Ya lo pensé bien. En las próximas elecciones, ¡si saldré a votar!” Yo si votaré. Y votaré por el independiente. Es preferible votar por alguien que te invite a soñar que juntos se puede construir un mejor municipio, y no por los del
partido de siempre. Daré mi voto y mi confianza a quien no suprima mis sueños, a quien no hipoteque mi futuro ni el de mi familia. Votaré por alguien que incluya en su proyecto a ciudadanas y ciudadanos sin partido, sin compromiso político y que sean sensibles a las necesidades de la gente.
Prefiero votar por un grupo de ciudadanos sin experiencia política, pero también sin mañas. Porque eso garantizará su verdadero compromiso con la ciudadanía. Votaré por un grupo personas que se sientan orgullosas de servir, que se levanten a trabajar y den cuentas de lo que se haga en mi ciudad y sus alrededores. No por alguien que
no dé la cara, que se la pase de fiesta y se dedique a contar los millones robados al pueblo.
Votaré por alguien que vele por la seguridad de las familias, que se ocupe del desempleo, de la educación y la salud. La movilidad y los servicios públicos. No votaré por quienes se gastan carretadas del dinero del pueblo en promocionar su imagen, en viajes al extranjero, en pago de escoltas y hasta en fiestas particulares.
No votaré por el que me prometió “Decisión para mi seguridad”, y su gestión ha sido la más sanguinolenta. No votaré por el que se comprometió a dar “Calidad de vida para todos”, y nos sumió en la peor de las crisis. No votaré por el que empeñó su palabra de encabezar un “Gobierno confiable”, y ha sido el primero en tolerar actos de corrupción de servidores públicos deshonestos. No votaré por el que nos prometió un “Salamanca de éxito”, y somos el municipio con el menor crecimiento económico del corredor industrial guanajuatense.
No votaré por quien hace mancuerna con un tesorero y un contralor que son del mismo bando. No votaré por quien ha demostrado desconocer los principios básicos de administración, poniendo a sus amigos en los puestos que demandan mayor conocimiento y compromiso. O peor aún, negociando puestos de trabajo para evitar críticas o manifestaciones. No votaré por un ayuntamiento alineado al partido en el poder, con síndicos y regidores que trabajan 20 minutos al mes y cobran el mes completo.
Y para cumplir mi palabra: No aceptaré un calentador solar a cambio de mi silencio y tolerar que mi pueblo se siga tiñendo de rojo. No aceptaré una despensa que me dura una semana a cambio de vivir jodido otros tres años. No aceptaré otras dádivas económicas o en especie a cambio de mi voto porque estaría aceptando que mi dignidad tiene precio.
Si aceptaría una preparatoria y universidad gratuita para que estudien nuestros hijos. Si aceptaría más respeto y ayuda para las personas con discapacidad y adultos mayores. Si aceptaría un hospital de alta especialidad para mi ciudad por el riesgo latente en el que vivimos. Si aceptaría la creación de empleos para que los empresarios salmantinos que han apostado en infraestructura no se vayan a la quiebra. Si aceptaría que le pusiéramos un alto a las familias que se han enriquecido teniendo secuestrado a Salamanca por más de 20 años, y tú ya sabes quién!
Atrévete a soñar. Sueña, que sueña, que todo lo que sueñas se hará realidad.
#ComoMeDuelesSalamanca
Así las cosas
