FUTBOL Y POLITICA
Por Iván Juárez Popoca Guerrero.
DESDE QUE TENGO USO DE RAZÓN, cada cuatro años la televisión difunde lo que el pueblo quiere oir: que México puede ser campeón en el mundial de futbol. Desde que tengo uso de razón las compañías publicitarias en mi país ganan millonadas y la selección no llega al famoso quinto partido. Y es que no se trata de voluntad o de rezos, se trata de apoyos a la niñez y a la juventud, se trata de estómagos sin hambre, se trata de políticas deportivas donde la inteligencia y la efectividad sean mayores que la corrupción.
Desde hace muchos lustros al mexicano le vienen diciendo que va a ser feliz, que la nación se convertirá en una llena de prosperidad, donde reine el estado de derecho y la justicia. Pero los políticos, desde la época de la colonia, han visto sus puestos como algo patrimonial, la manera de hacerse de riquezas y no un medio de servir a las mayorías.
Además, no se trata de que un líder venga a resolver todos los problemas, sino de un pueblo consciente de sus derechos y obligaciones, un pueblo que esté alerta para evitar la rapiña, que impida que unos cuantos sean capaces de entregar las riquezas de la patria a las empresas extranjeras, mientras que la mayoría está ensimismada en el fut o creyendo la demagogia de los avariciosos vende-patrias.
Desde hace siglos llegaron unos conquistadores e impusieron su cultura con la fuerza de la espada y de la cruz. Y el mestizaje que nos conformó como pueblo resultó cargado de complejos, de rechazo al trabajo como algo positivo y creador, de sumisión ante virreyes y curas, de sentimientos traidores y desunión; prejuicios y desprecio a lo poco que quedó de los ancestros, así como resentimiento ante un abuelo blanco que nunca nos aceptó del todo y al que obedecemos, al tiempo que lo convertimos en villano despreciable.
Las élites del poder tiene muy claro la manera de sojuzgar a las masas: un poco de violencia, ignorancia y una buena dosis de diversión. Y así, que se preocupen más por el mundial que por ir a votar; que olviden su miseria viendo telenovelas y series esperanzadoras, que se acostumbren al infierno y se conformen con la esperanza del cielo prometido.
Desde hace siglos se nos viene prometiendo el cielo, la prosperidad… nos vienen prometiendo que la Selección Nacional levantará la copa de campeones. Y nada de esto sucederá mientras la mayoría no participe en la política de una manera decidida, mientras la mayoría no juegue fut-bol en lugar de levantar la cerveza frente al televisor, mientras no se busque una fe basada en el autoconocimiento, en la fe que se convierte en un tronco para navegar y no en un tronco para asirse en medio del río, mientras no tomemos conciencia..nada de lo prometido sucederá.
Ojalá que el próximo primero de Julio, la gente no esté tan absorbida por el fut y vayan a votar de una manera libre y progresista. O pasarán generaciones y seguiremos en las mismas, y nos seguirán entusiasmando con ilusiones vanas para sojuzgarnos una y otra vez.
