
Por: Michelle Rico
Ya solo quedan recuerdos de lo que un día fue el rio Lerma, el rio un día nuestras muchas generaciones atrás conocieron, aquel rio limpio de agua cristalina en la cual podían nadar dentro de él o pasar un día agradable a su orilla o pescar en la fresca y limpia agua que corría por ahí la cual también servía para cultivar distintas cosas como maíz, chile, entre otras cosas.
El rio era conocido como rio grande chicnahuatenco o rio chignahuapan de origen náhuatl que significa, nueve aguas o nueve manantiales, el nombre de rio Lerma fue elegido en honor al duque de Lerma, francisco de Sandoval y Rojas, quien fue ministro del rey Felipe III.
Pero desde que las empresas industriales comenzaron a llegar a las ciudades por donde el rio pasaba, una de ellas Salamanca, se instalaron industrias las cuales tiran sus residuos o desechos tóxicos al río, fue así como lo fueron convirtiendo poco a poco en lo que hoy conocemos, un río de aguas negras y con un olor desagradable que para los habitantes es una fuente de contaminación más.
Y ahora solo las historias contadas de lo que un día fue por nuestros abuelos, bisabuelos, es lo que queda de aquel bonito rio que un día fue y que poco a poco la humanidad estamos acabando con él día a día.
Claro estamos acostumbrados a la nulidad de nuestros pseudo gobiernos, que solo se ocupan de llenarse los bolsillos incluso con dinero manchado de sangre, pero nosotros tenemos la culpa por ignorantes e ilusos que solo esperamos que alguien más nos resuelva los problemas y nos tragamos el cuento de que por medio del voto vamos a lograr un cambio, POBRES ILUSOS QUE SOMOS esta gente que nos gobierna ni siquiera práctica la tan mencionada DEMOCRACIA ni siquiera saben que es eso. Ya es tiempo de actuar